La exportación de cereales cae un 94 por ciento en Burgos mientras que la importación crece un 14 por ciento

En el sector de la alimentación también ha caído de forma significativa la exportación de azúcar, café y cacao (un 25,13 por ciento menos) y la de piensos de animales (un 14,3 por ciento menos). En cuanto a estos dos productos también ocurre como en los cereales. La provincia ha exportado menos y ha importado más en 2020 que en 2019. Burgos ha importado un 5 por ciento más de azúcar, café y cacao que en 2019 y ha importado un 3,51 por ciento más de piensos de animales.

Por otro lado, Burgos ha importado un 47,72 por ciento más de productos energéticos pero es que la exportación de estos ha crecido en el último año un 73,91 por ciento en la provincia. En este grupo destaca el aumento de la importación de gas en Burgos que ha crecido en e último año un 269,98 por ciento.

Creció en 2020 también la exportación de coches y motos en la provincia un 112,68 por ciento pero cayó la exportación de electrónica de consumo un 51 por ciento. Mientras que la exportación de calzado creció en 2020 un 94 por ciento con respecto a 2019.

A nivel general, respecto a la variación anual sobre el total de las exportaciones o importaciones de la provincia, las exportaciones de Burgos durante el 2020 crecieron un 2,84 por ciento con respecto a 2019, mientras que las importaciones cayeron un 16,27 por ciento.

El decano-presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora, Juan Carlos de Margarida, a raíz de la presentación de estos datos, señala que es imprescindible «desarrollar una cultura de internacionalización en las pymes y micropymes». También señala que las administración públicas tienen que ayudar y monitorizar el tejido empresarial de la región para que abra su mente y se sociabilice internacionalmente en el ámbito comercial.

Para conseguir estos objetivos se considera de importancia capital «la adaptación a los gustos y necesidades de otras regiones, innovando y adaptando sus productos a las nuevas realidades de los países emergentes y de aquellos con mayor nivel de renta, donde existen mercados con gran potencial consumidor, como Asia, o con mayores niveles de renta, como Japón, Canadá o Australia».

De Margarida vaticina que «el comercio exterior va a ser determinante en los próximos cuatro años, junto con una aplicación eficiente y eficaz de los fondos europeos y unas reformas estructurales de calado que logren la reactivación de la economía, no solo para volver a los niveles económicos y sociales previos a la pandemia, sino para consolidar y acrecentar el posicionamiento de Castilla y León como comunidad autónoma y de España como país a nivel mundial».