El BCE garantiza que habrá estímulos pese a las noticias «alentadoras» sobre la vacuna

El diagnóstico no ha cambiado. Como dejó claro este jueves la presidenta del BCE en una comparecencia (telemática) en el Parlamento Europeo. Christine Lagarde subrayó que «el reciente aumento de los casos de coronavirus y la reimposición asociada de medidas de contención se están sumando al ya alto nivel de incertidumbre (propio de una pandemia) y plantean un serio desafío a la zona euro y a toda la economía mundial».

En ese contexto remarcó, a escasas dos semanas de la próxima reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que habrá «recalibración» de estímulos: una mayor potencia de fuego del programa de emergencia de compra de deuda (hoy con una carga de 1,3 billones de euros y que pudiera reforzarse con hasta medio billón, según algunos analistas) porque «nuestras medidas han tenido mucho éxito en la estabilización de los mercados financieros y el apoyo a la actividad económica. Abordaremos la fase actual de la crisis con el mismo enfoque y determinación».

Colocó el foco en ese programa especial anticovid y en las operaciones de refinanciación a más largo plazo. «Han demostrado su eficacia y pueden ajustarse dinámicamente para reaccionar a la evolución de la pandemia», remarcó. Pero ¿durante cuánto tiempo la estructura del BCE podrá mantener la actual situación? «El que sea necesario».

La francesa hizo un nuevo llamamiento a los Estados para que sus políticas fiscales caminen en la misma dirección expansiva, con una transformación de estructuras que atienda a «criterios de sostenibilidad, digitalización…» y emplazó a los responsables políticos a «tener en mente la sostenibilidad de la deuda», un mensaje que llega horas después de que la Comisión insistiese a España y otros países de la eurozona de no perder de vista unos niveles de endeudamiento que pueden lastrar su recuperación. Los gobiernos ya han aplicado medidas fiscales por más del 4% del PIB de la zona euro.

Respecto a los 750.000 millones de ayudas directas y subsidios que se encuentran bloqueados por el veto de Hungría y Polonia, Lagarde urge ya la luz verde. «Los recursos adicionales del paquete pueden facilitar políticas fiscales expansivas, sobre todo en los países de la zona del euro con un espacio fiscal limitado». Así que debe aprobarse «sin demora», apremió.

El PIB de la zona euro rebotó un 12,6% en el tercer trimestre, después del hundimiento del 11,8% del segundo, pero aún se sitúa un 4,4% por debajo de los niveles prepandemia. En el conjunto de la OCDE, el rebote fue de un 9% entre julio y septiembre, tras el desplome del 10,6% del segundo trimestre, aunque los niveles de actividad aún se sitúan un 4,3% por debajo de las cotas previas a la crisis. La OCDE advierte sobre los malos datos que probablemente traerá el cuarto trimestre, debido a las restricciones adoptadas para frenar la segunda ola del virus.