Europa se asoma a la recesión empujada por una inflación sin control

Este dato mide las expectativas económicas en base a las actuales condiciones de la actividad, por lo que es uno de los más seguidos por el mercado para evaluar la salud económica de un país o región, en este caso no muy positiva. El jefe de Economía de S&P Global, responsables del informe, Andrew Harker, señaló tras conocer los datos que éstos apuntan a «una economía en contracción durante el tercer trimestre del año». Las cifras revelan que ha habido una caída de la producción de muchos sectores, desde el automovilístico al turístico o inmobiliario, lo que conllevará que la recuperación laboral tras la pandemia también pierda fuerza «con empresas cada vez más reacias a contratar más personal» ante la caída de la demanda por la elevada inflación.

Y los dos países que más han notado la caída de este indicador son Francia y Alemania, precisamente las dos potencias que más tiran de la economía europea. El PMI de Alemania se situó en agosto muy por debajo de la media europea, en los 47,6 puntos, su peor lectura en más de dos años. Pero es que en Francia el desplome ha sido menos acusado pero más significativo, ya que ha pasado de casi 52 puntos en julio a caer en contracción en agosto con 49,8, su peor dato en año y medio.

Ha sido nada menos que el Bundesbank, el banco central de Alemania, quien advirtió esta semana de que el país está amenazado por una recesión por los altos precios de la energía y los problemas en las cadenas de suministros, factores clave para la gran industria alemana. Esta contracción de la actividad podría desembocar en una recesión en el primer trimestre de 2023, señalan.

Tras este pronóstico, el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, advirtió en una entrevista de que la inflación podría alcanzar el 10% en Alemania el próximo otoño (en julio se situó en el 8,5%) batiendo todos los récords, y reclamó una nueva subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) para contener el consumo y rebajar los precios.

Este mismo organismo también vislumbra la recesión como uno de los escenarios más probables en los próximos meses. La representante alemana del comité ejecutivo del BCE, Isabel Schnabel, alertó recientemente en una entrevista con Reuters de que si el suministro de energía de Rusia se complica aún más la eurozona entrará en recesión técnica (dos trimestres consecutivos con un crecimiento económico por debajo de cero). Señaló que el 'shock' de los precios de la energía es «demasiado grande» para compensar la capacidad de adaptarse que está demostrando la economía europea. Aún así, aseguró que el deterioro previsto de la actividad en la eurozona no indica que vaya a producirse una «recesión prolongada y profunda» como ocurrió en la crisis de 2008.

Expertos consultados aseguran que la política monetaria europea «expansiva extrema» dio lugar a tipos de interés negativos que han provocado una «inflación descontrolada» impulsada a su vez por la guerra de Ucrania. El profesor de la Universidad Europea, Daniel Arnaiz, considera que la recesión será «bastante persistente» porque esta política restrictiva tiene efectos «mucho más lentos» que la expansiva, lo que «ralentizará el comienzo de la corrección económica».

Además, opina que España quedará tan afectada como el resto de países de la zona euro porque «todos son dependientes de las políticas monetarias del BCE pese a las características individuales de cada país».