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salvador arroyo
Bruselas
Miércoles, 18 de diciembre 2019, 08:52
Las capturas de merluza en el Cántabrico se reducirán un 5,5% a lo largo del próximo año y las del jurel (o chicharro) hasta un 40,7%. Esas son dos de las nueva cuotas que los ministros de Agricultura y Pesca de la UE ... han acordado este miércoles por unanimidad (para más de 80 especies), después de diecinueve horas de discusiones en la capital comunitaria. Un «buen resultado» para España, según ha destacado el ministro en funciones español Luis Planas.
El nuevo maratón negociador, en la última jornada del último y más importante Consejo de la UE de Agricultura y Pesca del año, ha terminado con un pacto que, ha destacado, «permitirá mantener un nivel adecuado de capturas para garantizar la actividad del sector y los objetivos de pesca sostenible». Respondería parcialmente a las expectativas con las que España había acudido a esta negociación, teniendo en cuenta los drásticos recortes que figuraban en la propuesta que a finales de octubre lanzó la Comisión Europea. Y que se ajustaban al objetivo de alcanzar en 2020 una explotación de los caladeros biológicamente segura (lo que se conoce como Rendimiento Máximo Sostenible).
El -5,5% aceptado para la merluza cantábrica (se vuelve a la senda del recorte después de que el pasado año se lograra mantener una cifra estable), se traduce en unas 5.600 toneladas y neutraliza el golpe que pretendía el Ejecutivo de Bruselas, en base a informes científicos, y que se traducía en un -20%. En el caso de la merluza norte (aguas de Escocia e Irlanda, Gran Sol y aguas francesas del Golfo de Vizcaya) se aplica una reducción de 20%; «cuota que se considera será suficiente para cubrir las necesidades de la flota española, que este año no agotó su cupo».
En lo que se refiere al chicharro, se asume que el tijeretazo del 40,7% es notable (10.015 toneladas asignadas a España) aunque irá acompañado de medidas de «flexibilidad entre las dos unidades de gestión que componen esta pesquería, a través del incremento de las condiciones especiales», con lo que -ha remarcado el ministro- «la flota española en su conjunto dispondrá de cuota suficiente para desarrollar su actividad pesquera el próximo año».
El lenguado del caladero nacional caerá al 20% frente al 40% pretendido por la Comisión Europea. La caballa se incrementará un 41% en el Cantábrico, la bacaladilla, el 3% y en lo que se refiere a la anchoa del Cantábrico, pese a la buena explotación del stock, se dará también una disminución del 3%. Sobre la cigala, Planas aseguró que se continuará negociando con Bruselas para intentar la reapertura de la pesquería.
Desde que circuló la primera propuesta de compromiso, en torno a las diez de la mañana del martes, hasta que se cerró de forma unánime el acuerdo, a las 6.26 de este miércoles, se sucedieron una cascada de reuniones bilaterales y trilaterales (en el caso de España, fundamentalmente con Francia, Bélgica y Portugal) sin puntos de encuentro suficientes para convocar una reunión plenaria (con los representantes de todos los Estados) y proceder a la votación final.
La presidencia de turno finlandesa se había marcado como estrategia no convocar el 'pleno' de ministros hasta que no hubiera un documento compacto. Y fue al sexto intento (ya a las seis de esta madrugada) cuando se consiguió, después de haberse avanzado posibles reuniones que nunca llegaron a celebrarse a las 21.00 y 23.00 horas del martes y a la 1.30, 2.30 y las 4.30 de este miércoles.
La sucesión de fracasos guardaba relación con la disconformidad de Francia con una serie de medidas técnicas que se exigirán a los buques que vayan a faenar en aguas del mar Céltico, aguas al sur de Gales, para mejorar la selectividad de la pesca. «La situación muy precaria del bacalao ha prolongado bastantes horas esta reunión. Ha sido uno de los puntos más complicados, pero al final se ha logrado, tanto a nivel de las medidas de selectividad como de las cuotas resultantes», ha remarcado Planas.
Así que hasta llegar al encaje final del -5,5% para la merluza planeó una única propuesta de compromiso que aseguraba un tijeretazo del 10% en la cuota para la merluza del Cantábrico, la mitad de lo que propuso la Comisión Europea a finales de octubre. Y dejaba al jurel del sur al mismo nivel que en 2019 (lo que en el argot comunitario se conoce como 'roll over'); todo un logro si se tiene en cuenta que Bruselas había planteado un tajo radical del 50%. Pero en este caso hubo que ceder.
El TAC (Total Admisible de Capturas) que marcará en 2020 los límites en la actividad de los pesqueros europeos, y que es también clave en la economía de muchas familias vinculadas al sector, además de tener su influencia en los precios que ha de pagar el consumidor, ha terminado siendo «satisfactorio» para la delegación española. «Siempre digo que llegar a un acuerdo a Veintiocho es un milagro y se ha conseguido».
Los TAC y cuotas acordados para 2020 serán respetados por Reino Unido pese a la activación del 'brexit' el próximo 31 de enero y su pretensión de culminar la salida en diciembre una vez sellado un acuerdo sobre la relación futura que Bruselas no cree que pueda cerrarse con tanta celeridad. La negociación eje materia pesquera a partir de 2021 debería derivar en un acuerdo en torno al mes de julio.
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