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Telefónica quiere aligerar su estructura de costes en un momento crucial tanto para el sector tecnológico, inmerso en incesantes tentativas de fusión, como sobre todo a nivel interno. Así, tras el desembarco del grupo saudí STC en el capital de la compañía, del que anunció ... en septiembre que ha adquirido un 9,9%, ha activado sus resortes para hacer frente a una nueva etapa con menos plantilla. Por ello, la corporación va a plantear a los sindicatos un plan de bajas voluntarias estimado en unas 5.000 personas, casi un 5% de sus trabajadores (103.638), según fuentes sindicales consultadas por este diario.
La propuesta definitiva llegará «en los próximos días», según indican, y se enmarcará oficialmente en el plan estratégico que la multinacional presidida por José María Álvarez-Pallete tiene previsto presentar al mercado el próximo 8 de noviembre. Lo hará dentro del 'Día del Inversor', una fecha que muchas cotizadas utilizan para anticipar sus planes. En esa jornada están puestas buena parte de las miradas de los analistas, los socios, los proveedores y los propios empleados y clientes para conocer cuál será el camino por el que discurra la empresa después de la entrada de los saudíes en el accionariado de la tecnológica española.
Casi dos meses después de aquel anuncio, el Gobierno aún no se ha pronunciado sobre si ha recibido ya la petición del grupo STC para adquirir ese paquete de acciones. El Ejecutivo debería avalar la operación al entremezclarse con intereses estratégicos en materia de defensa española por los contratos de Telefónica con empresas del sector.
La operadora también enmarcará este plan de bajas en una reorganización que le llevará a clausurar su red de cobre en abril de 2024, cuando cumpla 100 años de vida. También cerrará más de 100 centros de «baja ocupación», además de reorganizar su servicio de atención al cliente.
Los 5.000 empleados serían el máximo de personas afectadas por el plan de salidas incentivadas, que se repartirían en el periodo de duración del nuevo plan estratégico. No obstante, los cálculos sobre el número de trabajadores que se acogerían de forma voluntaria al plan se estima entre 2.500 y 3.000. Los trabajadores que se podrían adherir al plan serán los nacidos en 1968 y 1967.
No es la primera vez que Telefónica utiliza esta fórmula para descargar su cuenta de resultados. Hace tan solo dos años, en 2021, puso sobre la mesa un plan similar con el que pagaba hasta un 68% del salario a los trabajadores adheridos hasta los 65 años y también asumía la cuota de la Seguridad Social, el seguro médico y la aportación al plan de pensiones de la empresa. Desde 2015, han salido de la plantilla de Telefónica mediante dicho sistema más de 9.000 trabajadores con un coste aproximado a los 7.000 millones de euros.
Los analistas de Sabadell creen que el plan es una «buena noticia» porque es una medida tendente a «mejorar la rentabilidad de la compañía al reducir los gastos de personal», que representan un 14% de los ingresos del grupo. No obstante, consideran que su impacto será «limitado» debido al número de empleados potencialmente afectados.
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