Las tecnológicas denuncian las trabas administrativas en la llegada de fondos europeos

Durante el encuentro se presentó al nuevo director general de Ametic, Luis Pardo, quien indicó que los doce Pertes están «muy bien definidos y dotados» pero que se ha pedido mayor «agilidad». Mier completó asegurando que ha habido una intensa interlocución con el Gobierno para trasladarles que las empresas se quejan del proceso burocrático tan tedioso que hay que atravesar. Además el plazo de 60 días para presentar las solicitudes les parece corto.

Unos procesos administrativos que el nuevo Gobierno que salga de las elecciones del 23 de julio tendrá que incorporar a su lista de quehaceres. Ametic considera que las elecciones no tienen por qué retrasar la llegada de fondos europeos, pero tienen sus propuestas claras para el nuevo Ejecutivo. En primer lugar proponen tres pactos de Estado, uno por la educación, otro por la industria y otro por la innovación. Además, consideran vital la creación de una vicepresidencia de reindustrialización e innovación, clave para desarrollar un país y aumentar su productividad. «Los políticos llegan sus discursos de la palabra innovación, pero tienen que llevarla a la realidad», reclamó Mier.

De hecho, con la llegada de la presidencia española del Consejo Europeo de la UE el próximo 1 de julio, Mier opina que la prioridad debe ser «aprovechar la oportunidad» en Europa de implementar una «autonomía estratégica abierta». Así, Pardo aseguró que la regulación de la Inteligencia Artificial (IA) en la UE será uno de los temas que estarán sobre la mesa, aunque no se sabe si se logrará antes de que termine el año y, por tanto, el mandato de España.

Y en este sentido se posicionaron sobre la exclusión o el veto a las tecnológicas chinas Huawei y ZTE del despliegue de las redes de 5G en la Comisión Europea asegurando que es algo «absolutamente justificado» porque son proveedores que plantean riesgos para la seguridad nacional. Lo importante, a su juicio, es que se mantenga un terreno de juego «equivalente con los países competidores». «Las empresas europeas tienen que jugar con las mismas reglas, tienen que haber igualdad de trato con las empresas de otros bloques», indicó Mier.