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A. E.
Viernes, 20 de agosto 2021, 17:15
Seat ha tenido que para este viernes temporalmente la producción en su planta de Martorell (Barcelona) debido a la escasez de semiconductores. La compañía, que habitualmente no trabaja en agosto, había habilitado una producción excepcional para atender a la demanda. Sin embargo, la falta de ... microchips, un problema que afecta a toda la industria automovilística, ha obligado a Seat a parar hoy viernes y el próximo lunes la parte de montaje, aunque continuarán en marcha otras partes de la línea de fabricación. La empresa ya tuvo que frenar su actividad en Martorell a causa de la escasez de semiconductores los días 25, 28 y 29 de junio y 19 y 20 de julio.
Por su parte, Stellantis (el consorcio surgido de la fusión de Fiat con Peugeot Citroën) parará las dos líneas de su fábrica de Figueruelas (Zaragoza) desde este domingo por la noche hasta las seis de la mañana del próximo jueves; en Figueruelas se montan los modelos Opel Corsa, Citroen C3 Aircross y Opel Crossland. Además, Stellantis parará la producción en la planta de Vigo la próxima semana, del 23 al 29 de agosto, según los sindicatos.
A su vez, Renault, que tiene plantas en Palencia, Valladolid y Sevilla, advirtió que fabricará menos vehículos de los previstos por la escasez de semiconductores; y Toyota ha anunciado que recortará un 40% la producción global en septiembre por este motivo, aunque mantiene sus objetivos anuales.
La industria automovilística se ha visto muy impactada por la escasez mundial de semiconductores, especialmente de proveedores asiáticos. En el caso concreto de los 17 centros de fabricación instalados en España, la producción en el primer semestre del año fue un 21,6% inferior a la del mismo periodo de 2019 (si se compara con el primer semestre de 2020 cuando estuvieron cerradas un tiempo por la pandemia supone un incremento del 26%).
La covid-19 es la causa de la actual carencia de semiconductores ya que se paró la producción por la pandemia. La vuelta a la actividad de todos los sectores, junto con el teletrabajo, ha elevado la demanda de productos electrónicos, con lo que la industria tecnológica y automovilística se disputan la poca oferta que hay de microchips; este mercado tensionado está controlado por los proveedores concentrados en China, Corea del Sur y EE. UU. Se trata de un problema que no va a tener solución a corto plazo. De hecho, los analistas pronostican que la carestía se prolongará durante buena parte de 2022.
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