Botín defiende la capacidad del Santander para mejorar su dividendo

Durante la Junta de Accionistas de la entidad celebrada este viernes en Madrid, la directiva ha confirmado el pago de 2,75 céntimos de euro por acción con cargo a 2020, cumpliendo los límites establecidos por el Banco Central Europeo (BCE). «Hacia adelante, la intención del consejo es retomar una política de remuneración del 40-50%», asegura.

Para ello, 'periodificará' en la ratio de capital el importe necesario para ejecutar esa política cuando el BCE dé su visto bueno, con la expectativa de alcanzar una rentabilidad (medida por el RoTE) del 10% al cierre de 201. Es decir, todo lo que reserve para el dividendo, no lo meterá en capital.

En respuesta a una de las preguntas de los accionistas que han participado de forma telemática en el encuentro, la banquera ha dejado claro que «el Consejo entiende muy bien la importancia de los dividendos, pues el reparto de los beneficios es el mejor símbolo de la disciplina financiera y aporta confianza y estabilidad«. Del mismo modo, ha dejado claro que los dividendos »ayudan a los ingresos de millones de españoles y, por tanto, a la economía, así que confiamos en que los supervisores también lo tengan en cuenta».

En respuesta a una de las preguntas de los accionistas que han participado de forma telemática en el encuentro, la banquera ha dejado claro que «el consejo entiende muy bien la importancia de los dividendos, pues el reparto de los beneficios es el mejor símbolo de la disciplina financiera y aporta confianza y estabilidad«. Del mismo modo, ha dejado claro que los dividendos »ayudan a los ingresos de millones de españoles y, por tanto, a la economía, así que confiamos en que los supervisores también lo tengan en cuenta».

En abril del pasado año, en lo peor de la pandemia, el BCE 'vetó' la retribución al accionista por parte de los bancos para que las entidades destinasen todo su exceso de capital a hacer fluir el crédito hacia la economía. Una estrategia duramente criticada por el sector, que se sintió discriminado frente a otras industrias y, también frente a sus homólogos en EEUU o Reino Unido. Finalmente, en diciembre se levantaron las prohibiciones, pero con un límite hasta septiembre que impide a las entidades europeas pagar más de un 15% de los beneficios acumulados en 2019 y 2020.

Frente a las quejas de algunos accionistas ante esta pérdida, Botín ha recordado que el dividendo planteado por Santander «representa una rentabilidad del 1,21%, frente al 0,30% anual del rendimiento del bono español».

Botín reconoce además que el 'veto' del BCE no solo afectó de forma directa a los dividendos, sino también a la cotización de los bancos europeos, muy castigados frente a sus pares estadounidenses durante el pasado año. Tras un difícil 2020 para todos los accionistas en este sentido, la presidenta del banco ha querido remarcar que, tras la publicación de resultados de 2020, la cotización del Santander ya ha superado a sus comparables. «Confiamos en la solidez de nuestro modelo de negocio, en nuestras perspectivas para 2021 y en continuar con la tendencia positiva actual», ha indicado.

En este sentido, y tras las históricas pérdidas de 8.700 millones de euros en 2020 al dispararse las provisiones frente a la pandemia, la directiva ha adelantado que la actividad del banco ha cogido tracción en el inicio del nuevo ejercicio. «La evolución del negocio ha sido positiva, en Europa estamos generando ahorros que nos permite mejorar a nivel de todo el Grupo y estos buenos resultados del primer trimestre y nuestra sólida posición de capital nos da la posibilidad de remunerar a los accionistas de manera atractiva», ha insistido la banquera.

Al igual que en 2020, el encuentro se ha celebrado de forma telemática y desde la sede del banco en Boadilla del Monte (Madrid). El segundo año consecutivo que los accionistas han tenido que participar a distancia en un encuentro que, antes de la pandemia, era la cita del año para muchos minoristas.

En este sentido, Ana Botín ha querido transmitir un mensaje de cercanía a todos ellos. «Las restricciones de la Covid-19 no nos permiten celebrar esta junta en Santander, como lo hemos hecho históricamente, y a la que esperamos volver pronto», ha indicado, recordando que la transformación de la sede social del banco y del edificio Hernán Cortés en Santander (antigua sede de Banesto, que antes era el Mercantil) «será un símbolo de nuestro compromiso con esta ciudad, nuestra ciudad, y con Cantabria». «El nuevo edificio será un reflejo del cambio que estamos liderando: nos reinventamos, pero manteniéndonos fieles a nuestros principios y nuestras raíces», asegura.

Ana Botín también se ha referido a la necesidad de actuar para controlar el impacto de la crisis sobre la economía. «Es clave que los gobiernos no retiren el apoyo fiscal demasiado pronto, los países deben trabajar juntos para seguir atrayendo inversión», ha asegurado.

La banquera ha querido lanzar un claro mensaje a Europa, indicando que la región ha demostrado que «funciona cuando lo hace de manera unida y solidaria», en referencia a la necesidad de tomar medidas para evitar que la recuperación se produzca a dos velocidades.

En este sentido, ha recordado que, en el caso español, acelerar el ritmo de vacunación es clave para estimular el crecimiento. Así, considera que si esos planes se llevan a cabo, España podría experimentar un rebote económico fuerte en la segunda mitad de este año y en 2022, para recuperar datos de PIB previos a la pandemia antes de lo previsto. Para ello, considera que una buena ejecución de los fondos europeos son clave en el proceso. Pero no solo eso. Además del dinero que llegue de Europa, ha pedido «aprovechar el momento para hacer reformas que atraigan y animen la inversión local y de extranjeros, que mejoren la productividad y la capacidad de crear riqueza de un modo inclusivo».

Botín ha defendido que la prioridad es lograr que las empresas que han sobrevivido a la pandemia crezcan y generen empleo. «Las empresas y los gobiernos tenemos la responsabilidad de trabajar juntos por el bienestar de la sociedad», asegura.

Banco Santander también ha anunciado este viernes, unas horas antes de la celebración de la Junta, su intención de lanzar una oferta pública de adquisición en efectivo para recomprar todas las acciones de minoritarios de Santander México que no posee, que representan aproximadamente el 8,3% del capital social de la filial.

La oferta estaría valorada en unos 24 pesos mexicanos por cada acción de Santander México (y su equivalente por cada American Depositary Share, los títulos que cotizan en la Bolsa de Nueva York), lo que supone una prima del 24,3% sobre el precio de cierre de las acciones de Santander México del 25 de marzo de 2021 y del 23,6% sobre el precio promedio ponderado de las últimas 30 sesiones.

En total, la adquisición del 8,3% implicaría una inversión para Banco Santander de aproximadamente 550 millones de euros.

Desde la entidad indican que «la oferta es atractiva tanto para los accionistas de Santander México como para los de Banco Santander». «La operación valora las acciones de Santander México a un precio en línea con el precio objetivo medio de los analistas para los próximos 12 meses y ofrecerá a los accionistas de la entidad mexicana la posibilidad de desinvertir en un valor con liquidez limitada. La operación también es positiva para los accionistas de Banco Santander, ya que mejora la capacidad de crecimiento y de generación de capital del grupo«, señalan desde el banco cántabro.