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C. V. / Colpisa
Jueves, 23 de julio 2020, 19:08
Repsol registró unas pérdidas netas de 2.484 millones de euros en el primer semestre del año tras apuntarse unos impactos de 2.673 millones de euros por la pandemia global, el derrumbe de los precios del crudo y del gas y la extraordinaria caída ... de la demanda».
Las ventas en las estaciones de servicio en España, por ejemplo, se desplomaron un 48% en el segundo trimestre a causa del confinamiento de la población. Por otro lado, el sector de exploración y producción registró una pérdida neta de 141 millones de euros en el segundo trimestre, mientras que la industrial (refinación) vio su beneficio desplomarse en 95%.
Ya en el primer semestre, Repsol sufrió pérdidas por estos motivos, con una bajada de 2.500 millones de euros, debido a los sectores mencionados anteriormente y a la revisión a la baja del valor de sus inventarios. Es por ello por lo que, según la petrolera, su resultado neto ajustado refleja mejor la actividad de la compañía, disminuyendo las pérdidas a 258 millones por no tener en cuenta los inventarios.
Ante el alcance de la crisis, Repsol prevé reducir sus gastos operativos en 450 millones de euros y renunciar a numerosas inversiones, por un valor total de 1.100 millones de euros. Además, ha afirmado contar con una liquidez de unos 10.000 millones de euros, y pretende recaudar 3.000 millones de euros más mediante la emisión de bonos.
Gracias a estas medidas, su gran presencia creciente en el área de energías renovables y a un «balance saneado», Repsol «es una de las empresas multienergéticas que presenta mejores perspectivas», han estimado analistas de Bankinter.
De hecho, el grupo petrolero prevé desarrollar siete proyectos de energía renovable en la península Ibérica y ha anunciado este jueves su intención en invertir en proyectos eólicos y solares en Chile.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, reiteró en una conferencia con analistas el compromiso de la compañía con la remuneración a sus accionistas, incluso en el actual entorno, y aseguró que será «una de las prioridades» en el nuevo plan estratégico 2021-2025 que lanzarán en noviembre.
Imaz subrayó que Repsol mantiene su compromiso «sin aumentar deuda», otra de las prioridades de la energética. Tras la remuneración de julio que fue satisfecha bajo la fórmula de 'scrip dividend', la empresa ha cumplido con su compromiso de remuneración al accionista de un euro en 2020.
El directivo no quiso dar cifras respecto a la nueva política de retribución a sus accionistas para los próximos cinco años, convidando a aguardar a la presentación del plan, aunque señaló que el objetivo pasará por «ser atractivos con respecto a nuestros competidores y a los principales del Ibex».
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