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Naturgy deja atrás las pérdidas de 347 millones de euros del año de la pandemia con un resultado neto de 1.214 millones de euros en 2021, un año marcado por la opa parcial lanzada por el fondo australiano IFM. Una cifra que podría haber ... sido superior de no ser porque durante en ese ejercicio la compañía destinó parte de sus ingresos por desinversiones a financiar un fuerte ajuste de plantilla, además de las penalizaciones por el cese de contratos de gas.
Dos factores que, según indican desde la compañía, se han visto compensados por las plusvalías de la venta de CGE Chile y el acuerdo con Unión Fenosa, entre otros.
La buena evolución de las cuentas no ha logrado, sin embargo, recuperar los 1.401 millones de euros de ganancias registradas en 2019, el año previo a la pandemia. Pero se ha quedado muy cerca. «La compañía persiste en su objetivo de creación de valor y realizando una gestión integrada de riesgos, dos factores clave para hacer frente a la volatilidad continua de los mercados energéticos y su impacto en las diversas actividades del grupo», explica Francisco Reynés, presidente de la compañía.
Por su parte, la gestión de la energía en los mercados internacionales compensó los resultados de la comercialización en España, que se vio afectada por la situación de los mercados y el aumento de los precios de la energía, con impactos transitorios.
Desde la energética también defienden su posición financiera. A 31 de diciembre, la deuda neta se situó en 12. 831 millones de euros, un 6% menos que en 2020.
Con estas cifras sobre la mesa, Naturgy propondrá a su próxima junta general de accionistas un dividendo complementario de 0,5 euros por acción, lo que sumado a los pagos a cuenta ya realizados, implicará una retribución total de 1,2 euros por acción con cargo al ejercicio 2021. Este último pago tendrá lugar en el primer trimestre de 2022.
Según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las inversiones totales de la compañía aumentaron hasta los 1.484 millones de euros el pasado año.
Cerca del 65% de este importe, 952 millones (+30%), se destinó a crecimiento y, principalmente, al desarrollo de las redes de gas y electricidad a la vez que a incrementar la potencia instalada en generación renovable en Australia, España y Estados Unidos.
Así, la compañía prosigue con su estrategia de desarrollo de una cartera renovable a nivel internacional, centrándose en geografías estables y en proyectos en fase inicial de desarrollo. Así la capacidad instalada de renovables a final del año era de 5.221 MW.
Las inversiones para la construcción de nueva potencia renovable ascendieron a 579 millones de euros y se realizaron en España (213 millones), Australia (328 millones) y Latinoamérica (38 millones). El resto de las inversiones de crecimiento fueron para redes (249 millones) y para la implementación de mejoras en la comercialización derivadas de la digitalización (113 millones).
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