Grupo Correa acoge la primera reunión del consorcio en Burgos para presentar resultados del proyecto Mhaya

Con esta iniciativa se pretende «dar un salto cualitativo» en los niveles de inteligencia de estas máquinas, así como en su adaptabilidad al operario y al resto del entorno de producción. Según indican en un comunicado recogido por Ical, la nueva generación de máquinas que salga de este proyecto tendrá la capacidad de aprender de experiencias anteriores (mejores estrategias de mecanizado, condiciones de corte que dañan a la pieza o degradan la herramienta, etcétera.).

A la vez que aprenden, serán capaces de auto programarse, modificando sus condiciones de operación para aumentar su productividad a la vez que aseguran la calidad exigida en el producto final y evitan la degradación de sus componentes críticos. En caso de que se produzcan situaciones no previstas, como la rotura de la herramienta, serán capaces de actuar de forma autónoma para evitar daños mayores. Unas acciones que señalan que no realizarán de forma independiente, sino «imbricándose en una inteligencia colectiva en la empresa, comunicándose con otras máquinas y con los responsables de las distintas etapas del proceso productivo».

Este proyecto se enmarca en las directrices Industria 5.0 que se abren actualmente camino en Europa. La Industria 5.0 tiene sus raíces en el concepto de Industria 4.0 desarrollado en las dos primeras décadas de este siglo (máquinas altamente sensorizadas, con una primera inteligencia y conexión a la nube para simular procesos y transferir datos), pero ofreciendo un enfoque más amplio que incluye el protagonismo humano, la sostenibilidad y la resiliencia. Tiene como objetivo la innovación responsable, «no solo o principalmente dirigida a aumentar la rentabilidad o maximizar los beneficios, sino también a aumentar la prosperidad para todos los implicados: inversores, trabajadores, consumidores, sociedad y medio ambiente».

La Industria 5.0 reconoce el poder de la industria para alcanzar objetivos sociales más allá del empleo y el crecimiento para convertirse en un proveedor resistente de prosperidad, haciendo que la producción respete los límites del planeta y situando el bienestar del trabajador de la industria en el centro del proceso de producción. Para materializar esta visión estratégica, el proyecto Mhaya está formado por siete fabricantes de máquinas herramienta (Nicolás Correa, Arisa, Danobat, Ibarmia, MTorres, Ona y Zayer). Todos ellos líderes internacionales en soluciones de mecanizado, rectificado, procesos no convencionales y de deformación, con ratios de exportación por encima del 90 por ciento, a los que se les une la empresa ATS-Global, proveedor líder de soluciones software para una transformación digital inteligente.

El papel de liderazgo de este proyecto recae sobre la empresa Burgalesa Nicolás Correa, a la que acompañan, como proveedores tecnológicos, la Fundación Tecnalia y la Universidad de Burgos. El presupuesto total del proyecto asciende a 6.744.249 euros millones de euros y el proyecto se desarrollará en el periodo 2022-2025.