Ford aplica su cuarto ERTE y recorta el 20% del salario de los 6.000 afectados

Según indican desde UGT, el sindicato mayoritario y el único que firmó el ERTE, «no había margen para las modificaciones» porque los motivos eran «exactamente los mismos» que los ajustes anteriores: el ajuste de producción ante la caída de la demanda, provocada por la particular crisis del automóvil y agravada por la desaceleración.

Según el acuerdo, la empresa complementará el 10% del salario, mientras que el paro abona el 70% de la retribución. De este modo, los trabajadores consumirán la prestación por desempleo, haciendo que Hacienda sea más dura con la declaración de la Renta al tener el empleado dos pagadores. Los empleados sufrirán una merma del 20% en sus sueldos.

Por lo que respecta al resto de condiciones, tal y como explican fuentes sindicales, la compañía adelantará el dinero del paro, pagas, gratificación, vacaciones y antigüedad al 100% y se utilizarán las vacaciones antiguas pendientes.

El ajuste, que supondrá dejar de fabricar 9.000 vehículos hasta final de año, responde a la necesidad para la factoría de adaptar la producción a la caída de la demanda europea y por el impacto del 'brexit' en las ventas de la marca para Reino Unido.

En los últimos meses la planta ha aplicado varios ERTE a la plantilla con el argumento de ajustarse a la demanda, y en esta ocasión también suprimirá el sábado extra de producción previsto para el 26 de octubre en la planta de motores.

Por contra, sobre el nuevo Kuga que fabrica la planta valenciana, el plan va según lo previsto en cuanto al aumento progresivo del número de unidades fabricadas de aquí hasta enero, en que se alcanzará la máxima producción. Precisamente, la factoría valenciana sólo tiene garantizada a día de hoy la continuidad del Kuga, que supone el 54% de las unidades de la instalación, mientras que los otros cuatro modelos que salen de su cadena de montaje viven circunstancias complicadas. La producción de Galaxy, S-Max y Mondeo tienen como fecha de caducidad 2021 y la Transit Connect se enfrenta a un importante recorte de unidades ese mismo año a causa del plan de ajuste europeo.

Por ahora, la reestructuración continental ha sido leve en el caso valenciano, tras producirse el anuncio de cierre de plantas en Francia, Rusia y Reino Unido, además de la supresión de un turno en la mega instalación alemana de Saarslouis (que ha perdido los monovolúmenes C-Max y Grand C-Max). Eso sí, Almussafes recibió la noticia de que 40.000 unidades de la Transit Connect que iban a EE UU pasaban a producirse en la instalación mexicana de Hermosillo a partir de 2021.

Aunque esta decisión puede suponer la pérdida 400 empleos, según los sindicatos, si no entran nuevos pedidos que cubran el hueco, el futuro de las otras 70.000 furgonetas también está en el aire. Para esto hay un razón fundamental: el acuerdo con Volkswagen para desarrollar conjuntamente con Ford este tipo de productos. Esto cambiará el porfolio de ambas compañías, y la posibilidad de concentrar lo que le quede de producción en Europa en la factoría turca de Otosan.

La esperanza ahora es obtener la asignación del nuevo 'crossover' que quiere poner en marcha la empresa para salir de la situación generada por la actual carta de modelos, donde los monovolúmenes han perdido su atractivo para el gran público.