FAE y Cajaviva urgen a tomar medidas de «apoyo» a las pymes y reducir los trámites administrativos

El presidente de la entidad financiera, Ramón Sobremonte, acompañado del presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente, y del vicesecretario de la patronal, Iñigo Llarena, ha presentado las principales conclusiones de este estudio titulado 'Las empresas en la provincia de Burgos. Periodo 2019-2022', dirigido por la secretaria general de FAE, Emiliana Molero. Una de las principales conclusiones es que la mayor parte de las empresas burgalesas, un 99,91 por ciento, son Pymes, con menos de 250 asalariados.

De esta forma el documento presenta una serie de propuestas para mejorar la situación de estas empresas que son el «eje prioritario» de la economía burgalesa. En cuanto a su localización, la mayor parte de las empresas del sector servicios se ubican en la capital burgalesa.

Sin embargo, las empresas industriales se distribuyen entre los tres grandes núcleos de población que son Burgos, Aranda de Duero y Miranda de Ebro.

El estudio hace hincapié en el impacto de la Covid-19 y la crisis económica a consecuencia de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Desde 2019 las empresas burgalesas han descendido un 1,8 por ciento, pasando de 25.857 firmas en 2019 a 25.391 al cierre del año 2022, cuando se produjo un ligero repunte.

Por sectores, todos se vieron afectados negativamente, sin embargo, el más perjudicado fue el sector de la construcción, con una reducción del 8 por ciento, seguido de la industria, que baja un 4 por ciento.

El menos afectado fue el sector servicios, que apenas ha reducido un 0,4 por ciento su volumen de empresas. Sin embargo, tal y como ha destacado Sobremonte, este estudio pone de manifiesto la gran capacidad de resiliencia de las empresas burgalesas, que son «un ejemplo de éxito y resiliencia empresarial».

Sin embargo, ha aludido a la necesidad de implantar más medidas de apoyo para las Pymes, ajustando la normativa para tener en cuenta sus recursos. En este sentido, Miguel Ángel Benavente ha lamentado las exigencias burocráticas de las administraciones públicas, sobre todo en aspectos como el fiscal, el laboral, o el medioambiental, urgiendo a implementar mejoras para reducir las cargas burocráticas, que «aumentan los costes, penalizan la competitividad y limitan la inversión».

El estudio también plantea otras medidas como promover la fusión de empresas con deducciones fiscales, facilitar el acceso a una financiación alternativa, o promover la profesionalización de la gestión de las Pymes.

Para la elaboración de este estudio se ha partido de una muestra de empresas burgalesas según denominaciones, diferenciando entre autónomos sin asalariados, microempresas, empresas con entre 10 y 49 empleados, medianas y grandes empresas.