El 45% de las empresas de Burgos mejora con respecto al primer trimestre de 2023

El tesorero de a Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), Nacho San Millán, apunta que el estudio refleja un dato preocupante porque «se duplica el porcentaje de empresas que han empeorado en esta última parte del año pasando del 12% del segundo semestre del 2022 al 23% de este año 2023».

El vicesecretario de FAE, Íñigo Llarena, ha señalado que, con respecto al número de sus pedidos para este año, «el 60% de las industrias asegura que es el habitual, y un 20% considera que el número de pedidos «es bueno o muy bueno; en cambio, el 20% lo califica de malo o muy malo respecto a otras veces». Y una de cada tres empresas burgalesas «califican su situación actual de incertidumbre» y a dos de cada tres empresas en Burgos lo que más le preocupa a corto plazo son las posibles nuevas reformas laborales.

Con respecto al lugar de inversión, se ha preguntado a los empresarios que si tuvieran que volver a invertir, dónde lo harían y «un 25% lo haría fuera de España y todos han descartado hacerlo en Madrid». Sin embargo, la confianza de los empresarios que operan en Burgos es plena porque la mitad «volvería a invertir» en la ciudad. El resto lo haría fuera.

Respecto al empleo, se mantiene la estabilidad en la provincia. «Aunque durante el año 2023 han creado empleo aproximadamente el 25% de las empresas, se observa un retroceso en creación de empleo en el segundo semestre del año», subraya San Millán.

Lanzan un aviso al Ayuntamiento de Burgos porque una gran mayoría de las empresas critica las dificultades y lentitud en hacer los trámites administrativos y tramitación de licencias en el Consistorio. Le siguen como preocupación el aumento fiscal y el tema de recogida de residuos.

Por su parte, la secretaria de FAE, Emiliana Molero, precisa que del estudio se deriva «cierto estancamiento en materia de creación de empleo y lo que más puede afectar a las empresas burgalesas es el enfriamiento de la economía y el descenso del consumo». Y preocupan «las previsibles nuevas reformas laborales, los nuevos incrementos fiscales, el disparado nivel de absentismo y las escasas políticas incentivadoras para el mantenimiento o incremento de nuestro tejido empresarial».

San Millán estima que los problemas de infraestructuras «son muy importantes» y los costes logísticos «pesan mucho a la hora de una empresa establecerse en un lugar». Estima que las comunicaciones «tienen que ser lo más rápidamente posible y las mejores». También apunta que las empresas «no están cubriendo muchos puestos específicos, «y es un tema a solucionar

Abundando en el dato de que el 25% de las empresas se localizaría en otro lugar, San Millán incide en que los costes «aquí ya se nos están disparando». Además, «estamos viviendo toda la situación, la incertidumbre internacional con Israel y Ucrania, y el precio se ha incrementando cuatro veces más». Y tampoco ayudan unas exigencias que es imposible poder competir», con lo que el riesgo de deslocalización es real.

La realidad de los polígonos industriales de Burgos es que no tienen suelo en amplitud de parcelas para la instalación de grandes empresas es evidente. San Millán apunta que casi todas las grandes industrias que se instalaron «fue en la época del Polo de Promoción», eso sí «han crecido y han ampliado sus instalaciones». Pero es llamativo que en los últimos años no ha venido ninguna. «Necesitamos mucho más suelo industrial».

FAE espera que con el Parque Tecnológico, «Burgos tiene la oportunidad de atraer profesionales» y desde FAE se han ofrecido «a trabajar en traer empresas tecnológicas cuando el parque ya esté a disposición en Burgos».