Isidro Fainé reclama recuperar el pago de dividendos del sector financiero

Pero Fainé también ha manifestado una queja relevante respecto a las actuales limitaciones que existen para la banca en la remuneración a sus accionistas: «No estoy de acuerdo con esta política que ahora está de moda de no pagar dividendos»; «ahora nos hacen cotizar en bolsa y nos quitan los dividendos», ha afirmado, para acto seguido añadir: «Hay que defender que hay gente que necesita estos dividendos para complementar su pensión».

Asimismo, ha asegurado que «para hacer obra social, hay que ganar ese dinero». Fainé ha desgranado algunos de los programas que se llevan a cabo desde la Fundación La Caixa. Por ejemplo, la lucha contra la pobreza infantil: «La única manera de eliminar la pobreza es empezar por la pobreza infantil», ha defendido. Desde su institución ya han ayudado a 318.000 niños, a los que acompañan casi desde que nacen hasta los 18 años. «Estoy totalmente de acuerdo en que el mejor camino es éste. Aunque es un camino a largo plazo y no se ve su resultado a corto», ha expuesto. También trabajan en la empleabilidad de personas con minusvalías físicas y psíquicas y en los últimos años se han colocado a 267.000 personas, 47.000 de ellas en el último ejercicio, con la ayuda de Fundación La Caixa. También contribuyen al envejecimiento activo de los mayores y acompañan a personas solas con la atención a 500 directamente en sus casas.

Fainé, asimismo, ha llamado a «afrontar las brechas que se están abriendo en la sociedad y que hay que atajar», como la desigualdad, que es cada vez más amplia; el gap que existe entre jóvenes y mayores; y el contraste existente entre lo rural y lo urbano.

Fátima Báñez, ex ministra de Trabajo y ahora coordinadora del proyecto 'Empresas que ayudan' de la Fundación CEOE, ha afirmado, en la mesa de la cumbre dedicada a tratar la responsabilidad social corporativa (RSC) que ésta, la RSC, no trata únicamente de «cómo repartimos los beneficios, sino también de cómo los obtenemos». Ha defendido asimismo, que no ha de ser únicamente una cuestión que competa al sector privado, sino que también el público debe verse involucrado: «Si de verdad queremos que la RSC sea motor de transformación de un país» «hay que hacerlo todos». En este sentido, ha asegurado que la crisis de la Covid-19 «nos ha colocado en una nueva realidad, pero también ha puesto sobre la mesa el rostro más social de las empresas». Y es que éstas, ha defendido Báñez, se han movilizado y han sido capaces de reinventar sus líneas de producción y han empleado sus cadenas de valor para hacer traer material que ni la Administración había sido capaz de hacer llegar.

«Y después de la Covid-19, ¿qué?», ha planteado Báñez. A su juicio, la responsabilidad social corporativa ha de ser un elemento incluido en el 'core business' de las empresas que actúe como elemento de sostenibilidad y de cohesión social. «Tenemos que trabajar en la recuperación con los valores que aporta la responsabilidad social corporativa», ha asegurado, al tiempo que ha defendido que ello es eficiente también económicamente: «La capacidad de crecer de una empresa depende de su gestión responsable y de su buena comunicación con el entorno».

Miguel Carballeda, presidente de la Fundación Once, ha expuesto, por su parte, que una preocupación constante en España ha sido el paro: «Se soluciona con empleo y el empleo lo crean fundamentalmente los empresarios modélicos, comprometidos, y que se vuelven a comprometer una vez más». «Vengo para ponerlo en valor, para que se reconozca a quienes han creado riqueza y la han compartido», ha insistido Carballeda. En ello ha abundado el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, también presente en la discusión: «La Seguridad Social no crea empleo. La que crea empleo es la empresa, la empresa privada». Báñez ha añadido: «La mejor política social es el empleo».

Carballeda ha recordado que la Once se creó hace 82 años y que hoy se ha convertido «en el cuarto empleador no público» en España con un 60% de su plantilla compuesta de personas con discapacidad, lo que a su vez significa, según sus palabras, «que es el mayor empleador del mundo para personas con discapacidad».

Con la pandemia, la Once tuvo que sacar a sus trabajadores de la calle por primera vez en 82 años. Volvieron el pasado lunes.

Carballeda ha lanzado «un ruego» a los empresarios y a los sindicatos: «mejorar la tasa de ocupación de las personas con discapacidad». Además, ha propuesto otro reto: «¿Por qué no nos atrevemos a convertir España en el país más accesible del mundo? España es un país que recibe a más de ochenta millones de personas, algunas mayores, lo serán más; además, seremos el país más longevo. Cuidemos a nuestra gente mayor; creo que se lo debemos y nos lo deberemos a nosotros mismos«.