Burgos pierde 58 empresas en un año, pero gana 2.079 empleados

Se trata de una reducción muy similar a la registrada en el conjunto de la comunidad autónoma, que se sitúa en el -0,6 % tras perder 427 empresas en el último año. De hecho, sólo en Ávila se ha registrado un incremento del número de firmas cotizantes a la Seguridad Social (+1,7 %), mientras que el resto de provincias se han mantenido planas (Soria) o han registrado descensos, que en el caso de Segovia llegan al -1,5 %.

Son, en todo caso, cifras muy alejadas de las registradas antes del estallido de la crisis sanitaria. En 2019, en Castilla y León estaban registradas 68.038 empresas. Hoy son 67.338, un 1 % menos.

Los datos del Ministerio, en todo caso, dejan dos lecturas positivas. La primera es que la tendencia parece haberse revertido en los primeros meses de 2023 después de un 2022 marcado por la guerra en Ucrania y el tremendo aumento de precios. Así, en los primeros cinco meses de este año se han creado en Castilla y León 333 empresas nuevas.

La segunda de las lecturas positivas es que la evolución del número de asalariados es radicalmente opuesta a la del número de empresas, tanto en Burgos como en Castilla y León. De acuerdo a los datos del Ministerio, la provincia cerró el pasado mes de mayo con 116.047 trabajadores por cuenta ajena, 2.079 más que justo un año antes, lo que supone un aumento del 1,8 %. En el conjunto de la comunidad, se crearon 16.797 trabajos por cuenta ajena en el mismo periodo, un 2,5 % más.

Responsables de CEOE ven la actual situación económica, según aseguraron en declaraciones a Ical, «con mucha expectación, inquietud y preocupación». Con todo, consideraron positiva la evolución en lo que va de año el aumento del empleo, que refleja «procesos de redimensionamiento por parte de ciertas empresas».

En este sentido, invitaron a que las políticas de apoyo a la actividad empresarial se diseñen «de forma diferente» y, al menos, «teniendo en cuenta esta doble perspectiva». Es decir, por un lado, «hay que seguir reenfocando y fortaleciendo las medidas de apoyo e impulso al emprendimiento y, por otra parte, se han de eliminar las trabas normativas y reforzar aquellos instrumentos que faciliten el crecimiento empresarial».