Los accionistas de Unicaja y Liberbank dan luz verde a la fusión

Durante la junta de accionistas de Unicaja, el presidente de la entidad, Manuel Azuaga, ha desvelado que, si todo va según lo previsto con las aprobaciones, el canje de acciones (por el que los accionistas recibirán 1 acción de nueva emisión de Unicaja Banco por cada 2,7705 acciones de Liberbank) se podría ejecutar a principios del segundo semestre del año. Según esa ecuación de canje, los accionistas de Unicaja Banco contarán con el 59,5% del capital de la entidad combinada, y los de Liberbank, con el 40,5%.

La nueva entidad, que mantendrá la denominación Unicaja Banco y su sede social en Málaga, tendrá que iniciar entonces el proceso de ajuste de oficinas y empleados. Las cifras que manejan los bancos de inversión para el ajuste de empleo oscilan entre los 1.000 y los 2.000 puestos de trabajo.

El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, ha asegurado que las medidas que puedan afectar a la plantilla del banco con motivo de la fusión se analizarán «con rigor y seriedad», dando cumplimiento a la normativa y con el mayor acuerdo posible entre las partes.

Del mismo modo, el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, ha indicado ante las preguntas de los sindicatos durante la junta del banco asturiano que «las entidades darán cumplimiento de las obligaciones de información y de consulta con la representación sindical de cada una de ellas», añadiendo que se mantendrán las correspondientes reuniones para desarrollar el proceso con el mayor acuerdo posible entre las partes.

Menéndez ha explicado que en el momento de suscribir el proyecto no se contaba con una información concreta respecto al impacto de la fusión en el empleo, de ahí que resultaran «escasas» las referencias a la plantilla en el documento. «Esto no quiere decir que no tengamos voluntad de negociar», ha apostillado.

La previsión es mejorar la ratio de eficiencia hasta el 50% a través de esas sinergias de costes brutos estimadas en 192 millones de euros anuales (de forma plena a partir de 2023). En términos de rentabilidad, planean alcanzar un RoTE de al menos el 6% en 2023, y que el beneficio por acción crezca significativamente, del orden de un 43% para Liberbank, permitiendo una capacidad de remuneración al accionista del 50% del beneficio.

Confían en la sólida posición de capital que permitiría hacer frente a los costes de reestructuración y ajustes financieros previstos, estimando alcanzar un nivel de CET1 «fully loaded» del 12,5%.

«Somos conscientes del riesgo de ejecución que supone un proyecto de estas características, especialmente en el contexto en el que nos encontramos, pero Unicaja Banco y Liberbank cuentan con una amplia experiencia previa en la realización de forma eficaz de integraciones de entidades con similares modelos de negocio de banca de proximidad, y con la voluntad de mantener la cercanía y la confianza en el servicio a los clientes como parte de la filosofía compartida por ambas entidades», indican desde las entidades.

Con un discurso muy similar por parte de ambos directivos ante sus accionistas, los dos han destacado ante los accionistas la capacidad de crear valor de la entidad resultante, también a través del dividendo.

Entre las fortalezas, apuntan al encaje geográfico en regiones clave, con presencia en el 80% del territorio nacional (siendo entidad de referencia en seis Comunidades Autónomas), con más de 4,5 millones de clientes.

Del mismo modo, apuntan a los elevados niveles de cobertura de activos improductivos (NPAs) y la reducida tasa de morosidad que presentan ambas entidades y, por tanto, con la que llegará la nueva entidad combinada al mercado. En concreto, La cobertura de NPAs alcanzaría el 69% con una tasa del 3,6%, una de las más bajas entre los competidores.