La economía creció un 2% en 2019, su menor avance desde 2014

Y aunque el crecimiento del 2% es el menor desde 2014, supone que la economía española suma seis años de avances, algo a tener en cuenta en un momento en el que todos los gabinetes de estudios calculan que en 2020 entraremos en recesión, más o menos profunda dependiendo de lo que dure la crisis del coronavirus y se mantengan vigentes las medidas de confinamiento y cierre de negocios.

Más allá, este avance del 2% supone una décima menos de lo previsto por el Gobierno (2,1%) en sus proyecciones enviadas a Bruselas, que de hecho ya habían tenido que recortar en una décima respecto a las de principio de año por la ligera caída de la demanda interna, principal sostén hasta ahora. En cifras, la demanda nacional (consumo e inversión) contribuyó al crecimiento anual con 1,5 puntos, lo que significa un punto menos que en 2018, mientras que la demanda externa (exportaciones e importaciones) aportó 0,5 puntos, es decir, ocho décimas más que 2018, a pesar de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que redujo el ritmo exportador.

Por el lado del empleo, repuntó un 0,9% en el cuarto trimestre, lo que significa una aceleración de 0,8 respecto al tercero, mientras que el crecimiento anual fue del 2%, con la creación de 358.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.

En el cuarto trimestre de 2019, solo la ocupación en los servicios aceleró su ritmo de crecimiento interanual, desde el 1,9% al 2,4%. En la industria y la construcción se registraron crecimientos del empleo del 1,9% y del 0,9%, siete décimas y 1,3 puntos menos que en el trimestre anterior, respectivamente. Por el contrario, la agricultura destruyó puestos de trabajo, a un ritmo del 4,5%.

Pero en en estas cifras no tuvo ningún impacto el coronavirus, ya que el estado de alarma se decretó en España el 14 de marzo. Sin embargo, son el punto de partida para observar la evolución que tendrá el PIB tras esta crisis. Las perspectivas no son buenas. La semana pasada los gabinetes de estudios comenzaron a atreverse a dar las primeras estimaciones sobre la caída del PIB. El análisis realizado por Fedea, BBVA Research y la Fundación Rafael del Pino calcula que la economía caerá hasta el -4,5% en 2020, lo que supondrá el mayor desplome de la serie histórica, que incluso en 2008, el peor año de la crisis financiera, se quedó en el -3,8%. Pero más allá, sin medidas de mitigación del impacto por parte del Gobierno, calculan que la pandemia reducirá el crecimiento hasta el -7,9%.

La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) es ligeramente más optimista. Sus expertos han calculado que el PIB caerá al -2,1% este año, pero se producirá un rebote al 3,1% en 2021. Y desde Funcas, bajo la hipótesis de que la crisis sanitaria mejore a partir de mayo, calculan que la economía se contraerá un 3% este año, aunque en 2021 la economía crecerá al 2,8%, con una evolución «en forma de U», es decir, una gran caída seguida de una recuperación importante pero paulatina.

El confinamiento de la población y la paralización de la economía provocará el recorte de dos puntos al PIB mundial por cada mes que se prolongue, según las cifras de la OCDE. El organismo asegura que España es uno de los países más afectados por esta crisis porque el turismo y la hostelería, el sector más vulnerable en este momento, supone el 12% de su PIB.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) también dio este lunes sus estimaciones, en las que calcula que por cada mes de cierre de la economía no esencial se pierden 3 puntos de PIB en cada país. Esto supondrá una «profunda» recesión de la eurozona este año.

Por otro lado, el INE también publicó este martes la tasa de ahorro de los hogares españoles, que se situó en 2019 en el 7,4% de su renta disponible, 1,5 puntos por encima de la de 2018 y la más alta desde el año 2013. En total, las familias ahorraron 57.175 millones de euros, un 29% más, tras aumentar sus ingresos hasta los 777.155 millones y subir su gasto en consumo un 2,4%.