Mosiri Cabezas, consultora de Transformación Digital
«Las compañías que sigan en diez años serán las que hayan comenzado ya su transformación»Mosiri Cabezas, consultora de Transformación Digital
«Las compañías que sigan en diez años serán las que hayan comenzado ya su transformación»Aquellas empresas que no hayan comenzado ya el camino hacia la transformación digital tienen un futuro plagado de nubarrones. Ese es el pronóstico que lanza Mosiri Cabezas, experta en transformación digital y protagonista del próximo Encuentro Empresarial impulsado por Fundación Caja de Burgos y FAE. ... Un encuentro que en este caso lleva por título 'La transformación y su impacto en la vida y el futuro de las personas' y en el que Cabezas abordará la necesidad de aprovechar la «gran oportunidad» que la constante revolución tecnológica ofrece a las empresas.
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Y es que, asegura, «las compañías que sigan dentro de diez años en el ecosistema empresarial serán aquellas que ya hoy hayan comenzado el camino a la transformación. Las que no lo hagan hoy, difícilmente podrán competir en igualdad de condiciones con el resto», sentencia.
No en vano, el impacto de la tecnológica es totalmente imparable. En realidad, siempre lo ha sido. O te adaptas o mueres. Sobre todo en un mundo «totalmente globalizado» en el que «todos compiten con todos, a menudo sin saber exactamente contra quién se compite» y en el que se suceden de manera vertiginosa las revoluciones tecnológicas, añade. «Antes de diciembre del año pasado, nadie sabía lo que era la inteligencia artificial, y ahora mismo todos hablan de ello y todos aseguran ser expertos, pero no lo son. De hecho, todavía no controlamos totalmente todos los avances anteriores», explica.
Mosiri Cabezas
Y esa, insiste, es la clave. El control. El dominio. El factor humano. De nada sirve la tecnología y su implantación en las empresas o la vida cotidiana sin el elemento humanista. «El fuego o el agua son extraordinarios, esenciales, pero si no los controlamos estamos perdidos. Con la tecnología pasa lo mismo. Debemos tener seguridad para controlarla y aprovecharla en nuestro beneficio», dejando de lado el «miedo al cambio» y manteniendo siempre el punto de vista humano.
«Lo más importante para las empresas es contar con personas que, evidentemente, tengan conocimientos y capacidades profesionales, pero que también tengan lo que llamamos 'capacidades blandas', vinculadas a la personalidad, que son las que distinguen a las compañías», explica.
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En este sentido, Cabezas, cuya trayectoria profesional está plagada de cargos de responsabilidad transformadora en compañías como Telefónica, Ikea o AstraZeneca, abunda en la necesidad de vincular la implantación tecnológica a la eficiencia de los procesos. Si una aplicación o herramienta no mejora el proceso, en realidad es inservible. «Muchas veces estamos más preocupados por la herramienta que por el trabajo en sí, cuando es más eficiente utilizar, por ejemplo, una simple llamada de teléfono», ejemplifica al tiempo que insiste en que la transformación y la digitalización no son conceptos aplicables exclusivamente a la gran empresa, sino a todas.
«Al final, el objetivo de una empresa, sea cual sea su tamaño y su sector, es ser más eficiente, vender más con menos esfuerzo. Ni siquiera tiene por qué verlo el cliente. Puede ser una simple herramienta de gestión de inventario, una aplicación comercial o una herramienta de control de pedidos. Puede parecer que esto de la transformación digital es solo para Inditex, Telefónica o Iberdrola, pero lo cierto es que, gracias a la digitalización, una pequeña empresa dedicada a la horticultura puede sensorizar y controlar el riego de sus invernaderos a través de una aplicación», señala Cabezas.
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Mosiri Cabezas
¿Y cómo están las empresas españolas en el ámbito de la digitalización? Según Cabezas, relativamente bien. «Los que marcan el camino son China y Estados Unidos. Europa tradicionalmente ha ido por detrás. Pero sí que es cierto que, en el caso particular de España, siempre hemos competido en superioridad de condiciones en el ámbito de la conectividad. España es uno de los países pioneros en acceso a banda ancha móvil y fija y eso es fundamental, porque la conectividad está en la base de la revolución tecnológica», afirma.
Una revolución que llegará, a su juicio, «hasta donde nosotros queramos». «La inteligencia artificial no será el fin de la humanidad, que lleva conviviendo toda la vida con tecnología». Sin embargo, si que ayudará a «democratizar» el acceso a la propia tecnología y seguro que cambiará modelos productivos y sociales. «Sin duda, desaparecerán empleos y otros se transformarán, pero también aparecerán otros muchos nuevos», concluye.
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