El cohete chino descontrolado se estrella en el Pacífico

Las autoridades chinas, en su empeño por la batalla espacial, han permitido que el tercer y último de los módulos lanzados para crear una estación espacial internacional se desprendiera sin control y provocara el caos mundial poniendo en alerta a todas las autoridades competentes. La estación estará terminada antes de finales de año, se llamará Tiangong (Palacio Celestial, en castellano) y estará ubicada a unos 400 kilómetros de la tierra.

Con esta, es la tercera vez en dos años que el país genera este peligro global, que la NASA ha calificado en otras ocasiones como «irresponsable». Este cohete se lanzó desde China el pasado lunes 31 de octubre, y desde entonces ha ido descendiendo en su órbita caótica por el rozamiento con la atmósfera de forma incontrolada sin que se supiera con exactitud dónde iba a caer. Los Centros de Operaciones de Seguimiento y Vigilancia Espacial de la UE han monitorizado durante toda la mañana la trayectoria del cohete. Los controladores aéreos españoles han ido informado de la situación a lo largo de toda la mañana a través de su cuenta de Twitter.

La última vez que China provocó este susto planetario fue en el 30 de julio, cuando gran parte de esta chatarra espacial se desintegró sobre el sudeste asiático. En mayo de 2021, estos restos del cohete también pusieron en riesgo a la península Ibérica, aunque finalmente cayó en el océano Índico, cerca de India y Sri Lanka.

Las previsiones apuntaban a que el cohete entraría en la atmósfera terrestre en la madrugada de este sábado, pero el impacto se ha adelantado a este viernes antes del mediodía. Y es que, según indican los expertos, cuando la altura del aparato es tan baja no se puede calcular con exactitud qué impacto tendrá la atmósfera en la chatarra, de hecho, el cohete avanzaba a kilómetros por segundo y descendía varios kilómetros por hora, y solo según se ha ido acercando más a la superficie terrestre se han podido afinar más las predicciones.

En el momento del despegue en China, el cohete medía 17,8 metros, tenía un diámetro de 4,2 metros y pesaba alrededor de 23,3 toneladas en el momento del despegue. En su entrada en la atmósfera pesaba unas 20 toneladas.