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El paro subió en 1.400 personas en el primer trimestre del año en Castilla y León, un 0,91% más que el anterior, que deja en 154.800 los desempleados en la Comunidad, con una tasa del 13,91%, según los datos publicados hoy ... por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa de paro aumentó dos décimas y la ocupación también fue negativa, con 7.900 ocupados menos en la comunidad, hasta los 957.900.
En 2017, el periodo enero-marzo se saldó con trescientos parados más que el trimestre inmediatamente anterior. Este año, con 1.400 más. Lo habitual es que el desempleo baje cuando brilla el sol, así que si en este 2018 se repite la costumbre, los dos próximos trimestres debería bajar, para volver a repuntar en el último. La estacionalidad del mercado de trabajo, que se llama. Con respecto al cuarto periodo del ejercicio pasado, el paro sube en agricultura (2.200 más), construcción (1.500) y servicios (2.900) y baja en la industria (700 menos) y en el colectivo que busca su primer empleo (4.500).
Es habitual que la tasa de desempleo suba en el primer trimestre con respecto al periodo inmediatamente anterior, o al menos así ha sucedido en los últimos tres años. En 2016 escaló 75 décimas en Castilla y León (hasta el 18,33%), en 2017 lo hizo 32 décimas (15,13%) y en esta ocasión he repuntado 20, hasta el 13,91%. Es el segundo trimestre consecutivo que se incrementa, tras las 69 décimas del anterior. La tasa de paro de la comunidad está algo menos menos de tres puntos por debajo de la española, que es del 16,74%.
De los 154.800 desempleados estimados por la EPA en Castilla y León, 76.500 llevan en el paro más de un año. Este colectivo se divide en dos tanto en lo que respecta al tiempo de estancia en el paro, como en evolución del número. Los que llevan de un año a menos de dos suponen 19.600 y son 3.800 menos que hace tres meses. Por el contrario, los desempleados de muy larga duración, es decir los que llevan más de dos años en tal situación, suponen 56.900, exactamente los mismos que tres meses antes.
No es que cuatrocientas desempleadas menos sea un gran balance para el trimestre en la comunidad autónoma, pero es mejor que el resultado entre los hombres, que presentan un incremento de 1.900 parados más. Hay en Castilla y León 84.200 desempleadas y 70.700 hombres en paro, lo que supone una proporción de 54/46. En el peor momento de la crisis, el último trimestre de 2013, la relación era de 48/55, lo que significa que ellas están teniendo más problemas para encontrar trabajo durante la recuperación.
El número de activos sigue en caída libre en Castilla y León. La población mayor de 16 años con disposición de trabajar se sitúa en 1.112.700, lo que supone una pérdida de 6.500 activos con respecto al último trimestre del año pasado, o de 17.400 frente al primer trimestre de 2017. La pérdida de población es una de las principales causas, aunque no la única. Esta semana se conocía que Castilla y León es la comunidad que más sufre la disminución de habitantes. La tasa de actividad de la región es del 54,18%, 22 décimas menor que tres meses antes y casi medio punto por debajo de la del conjunto de España (58,46%).
El millón de ocupados (como objetivo de legislatura) está cada vez más lejos. Los 957.900 trabajadores con empleo que calcula la EPA para Castilla y León en el primer trimestre de 2018 son 1.200 menos de los que había un año atrás. De hecho, según el INE la región no ganó ni un ocupado el año pasado, sino que perdió siete mil. Del último trimestre de 2017 al primero de 2018 la pérdida de ocupados es de 7.900 personas. Ocupados no es exactamente lo mismo que afiliados a la Seguridad Social, aunque en los últimos tiempos los dos registros se comportan de manera más dispar de lo normal. Los afiliados a la Seguridad son personas inscritas y con empleo (el organismo registra la cifra del último día del mes, así como la media de los 31 días), sean cuales sean la duración y características de su contrato. Los ocupados son personas con empleo en el momento en que son encuestados, o ausentes del mismo durante la semana de referencia pero manteniendo «un estrecho vínculo con él», es decir, que el entrevistado tenga «la creencia en reincorporarse a la empresa».
Hoy hay en la región más asalariados con contrato indefinido que hace tres meses y menos con contrato temporal, un colectivo este que baja ya de la relación de uno por cada cuatro empleados (23,5%). En concreto, de los 774.700 asalariados contabilizados por la EPA, 592.500 tienen contrato fijo, que son 7.900 más que al cierre de 2017 (y 12.000 personas más que un año atrás). Los eventuales, mientras, disminuyen en 11.500 en el trimestre (si bien crecen en 3.000 en un año) hasta un total de 182.300 asalariados.
Valladolid presenta una 'hoja de servicios' de lo más positiva, y más si se compara con la generalidad. Gana 3.900 ocupados en el trimestre (hasta 216.000) y la nómina de sus desempleados desciende en 5.800 personas (hasta 29.600). Ninguna otra provincia cumple estas dos premisas. La ocupación sube en Burgos (1.300 personas) y en León (2.400) y baja en todas las demás, sobre todo en Zamora (7.200 menos). El paro baja también en Palencia (700) personas), pero en esta provincia la ocupación baja en el mismo número.
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