El cambio de la normativa de emisiones dispara la venta de coches un 43% en agosto

Así, a lo largo del mes pasado se vendieron en los concesionarios de la provincia un total de 691 turismos y todoterrenos, es decir, un 43% más que en el mismo mes de 2017. Se trata de una cifra más que considerable para un mes en el que tradicionalmente el mercado se ralentiza, y que viene a consolidar los buenos datos registrados por el sector en lo que va de año.

Eso sí, el significativo incremento de las ventas en agosto ha de ser observado con cautela. No en vano, parte de los vehículos no han llegado ni siquiera a salir de los concesionarios, que han apostado por las automatriculaciones para reducir al máximo el stock de turismos afectados por la nueva normativa para poder darles salida con la fórmula del 'kilómetro cero' en un futuro.

Aunque el cálculo del número de automatriculaciones se antoja complicado, toda vez que cada concesionario ha actuado en función de sus necesidades concretas, el presidente de la Asociación de Concesionarios (Aconauto), Fernando Andrés, valora que podría suponer «en torno al 25% del total». Se trata, sin duda, de un porcentaje considerable, pero que no empaña el buen resultado del mes de agosto, en el que las ventas de marcas como Subaro, Suzuki, Lexus o Fiat se han disparado.

Sea como fuere, lo cierto es que la tendencia del mercado continúa dejando buenas sensaciones. Así, en lo que va de año se han matriculado un total de 4.810 turismos y todoterreno en la provincia, lo que supone un 17,83% más que en el mismo periodo de 2017, que también se cerró con un sensible incremento en las ventas.

En este sentido, Andrés confía en que la tendencia se mantenga durante lo que resta de año. «Sabemos que septiembre será más triste que agosto, pero esperamos que vaya bien también» y se pueda dar salida a muchos de los vehículos automatriculados en las últimas semanas.

A partir de ahí, quedará por ver cómo se comporta el sector a medio plazo, teniendo en cuenta los cambios que se están produciendo en el mismo. Unos cambios a los que los concesionarios y los fabricantes no tendrán más remedio que «adaptarse» más pronto que tarde. A este respecto, Andrés hace hincapié en el cambio de la fiscalidad para el diésel, un asunto del que ya se habla, y mucho, en los concesionarios, cuyos clientes preguntan cómo les va a afectar.

A juicio de Andrés, el debate sobre la repercusión medioambiental de los combustibles diésel está «pervertido». No en vano, subraya, «el diésel emite menos CO2 que la gasolina», tal y como demuestran los controles de emisiones. Sin embargo, las ventas de motores diésel ya se han visto reducidas respecto a otros modelos.