Calviño defiende el pago por uso en carreteras como «el modelo más justo»

Ante las duras críticas de los parlamentarios por la propuesta remitida a Bruselas, Calviño ha recordado que en los últimos años (en referencia a los gobernados por el Partido Popular) «no hemos gastado lo suficiente para mantener las autopistas», insistiendo en que hay que aumentar la inversión pública en infraestructuras y que la única forma de hacerlo es buscar vías de financiación. «Una fórmula es que paguen solo algunos y otra que paguen todos los usuarios», ha insistido la ministra. «Parece razonable que también paguen los 100.000 vehículos que entran cada día en nuestros país, que la mitad son extranjeros, alineándonos con el modelo europeo de pago por uso», insiste.

La ministra también se ha enfrentado a las duras críticas de la oposición por la revisión fiscal planteada en el Plan de Recuperación. Durante su intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha defendido que «no es el momento de subir impuestos», recordando que el Gobierno está centrado ahora en el crecimiento económico y del empleo.

Sin embargo, y ante la revisión de varias figuras impositivas como Sucesiones, Patrimonio o Sociedades previstas para la próxima reforma que entraría en vigor en 2023, Calviño ha explicado que «algunas tendrán que subir y otras que bajar».

La ministra ha criticado que «la única receta económica que escucho del PP es bajar los impuestos, y eso es coherente con la herencia que nos encontramos al llegar al Gobierno, con un déficit público por encima de las recomendaciones europeas, una deuda pública que no ha bajado pese al crecimiento económico, además de un déficit de inversión que es un lastre para el futuro, porque quiere decir que no se renuevan las careteras, colegios, hospitales... que no invertimos en bienestar y futuro».

En este sentido, ha insistido en que España se está alineando con sus recetas fiscales al debate internacional, recordando que «hasta Joe Biden ha propuesto una imposición mínima a Sociedades y organismos como el FMI dicen que el crecimeinto debe ser inclusivo y sostenible desde el punto de vista medioambiental», en referencia a la fiscalidad verde. «Este debate sobre la fiscalidad no es español, sino global, y debemos estar en el lado correcto de la historia», ha indicado Calviño.

Calviño ha acudido este jueves al Congreso para informar sobre la actualización de las previsiones macro y el Programa de Estabilidad remitido el pasado viernes a Bruselas, en el que el Gobierno incluye la nueva estimación de déficit del 8,4% del PIB en un escenario inercial para este año (sin tener en cuenta el impacto de las reformas), tras rebajar a principios de año la de crecimiento al 6,3% del PIB.

«Siempre somos prudentes en nuestras previsiones y todos los analistas estiman que España crecerá con intensidad en la segunda parte del año, con un impacto muy significativo de los fondos europeos», ha explicado Calviño.

Durante su intervención, la ministra de Economía ha defendido el aumento del gasto público para hacer frente a la crisis. «Sólo las ayudas a empresas, trabajadores y autónomos superaron los 29.300 millones de euros el pasado año», ha explicado Calviño, elevando la cifra a 73.300 millones de euros si se tiene en cuenta el gasto público previsto en ayudas para este 2021, un 6,4% del PIB. «A esto habría que añadir los 158.000 millones de euros de financiación, en liquidez, avales, moratorias, el pago de la Seguridad Social, etc.», ha indicado Calviño.

La vicepresidenta segunda ha recordado que en los próximos días, en torno al 7 de mayo, según lo avanzado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se van a pagar los recursos correspondientes a la Comunidad de Madrid, Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana, Asturias y Castilla y León.

En relación con este fondo, la vicepresidenta ha confirmado que el Real Decreto-ley de las ayudas irá a su convalidación al Pleno de la Cámara el próximo jueves, para que cada territorio pueda incrementar el listado de sectores elegibles para las ayudas en función de las particularidades que la crisis económica haya tenido en cada región.