Calviño se compromete a acelerar este año las reformas laboral, de pensiones y fiscal

La misión de este proceso, para el que el plan de recuperación europeo es «una oportunidad única», declaró Calviño, es elevar el crecimiento potencial de España por encima del 2%, la reducción del paro estructural y el incremento de la productividad, así como la génesis de una economía inclusiva y sostenible. Así lo explicó durante su intervención en el Spain Investors Day, el foro económico que se celebra esta semana en Madrid.

«Durante más de dos años hemos desplegado una conocida y coherente agenda de reformas, hemos continuado trabajando en reformas de medio plazo en paralelo a la respuesta que hemos dado a la pandemia en 2020, y este proceso de reformas se acelerará obviamente en 2021», afirmó. Calviño remató: «Estamos determinados a hacer de 2021 el año de la recuperación y la transformación de la economía».

El objetivo que manifestó es presentar el plan de reformas a la Comisión Europea tan pronto como los trámites legales lo permitan. El Ejecutivo tiene hasta finales del mes de abril para remitirlo a Bruselas.

También aludió la vicepresidenta económica al modo en que se prevé abordar el proceso de inversiones ligadas al plan paneuropeo y las reformas que han de acompañarlo: el diálogo con todos los niveles de la administración y con la totalidad de los actores involucrados. La reforma fiscal, por ejemplo, según avanzó la titular de Hacienda, María Jesús Montero, hace unos días, se va a apoyar en el análisis de un comité de expertos. Y, a su vez, la ministra Calviño apuntó que este viernes hay convocada una reunión del Ejecutivo con los representantes de los trabajadores y de los empresarios para articular su involucración en el despliegue del plan de recuperación.

Los sindicatos, en paralelo a la participación de la ministra en el foro de empresarios e inversores, fijaban posiciones: anunciaron que el 19 de enero concretarán un calendario de movilizaciones para el mes de febrero con el objeto de que se retome «la agenda de reformas comprometidas», cuyos pilares, enumeran UGT y Comisiones Obreras, son el aumento del salario mínimo y la derogación de las reformas laborales y la de pensiones del año 2013, a las que suman la regulación de las plataformas digitales o la ley de igualdad salarial.

Otro objetivo sindical es la ampliación de los ERTE. Y, respecto a éstos, Calviño deslizó que se han de incluir como instrumento estructural del mercado laboral español. Explicó que había mucha desconfianza alrededor de la efectividad de este mecanismo en un entorno como el español, con tanto peso del sector servicios y de las pequeñas empresas pero, a su juicio, «han funcionado y se ha protegido el empleo». «Necesitamos ver si este instrumento debe convertirse en una característica permanente del mercado laboral español» para evitar «despidos masivos» y la «volatilidad» de la contratación y la destrucción de empleo.

La ministra también apuntó que los departamentos clave del Gobierno han empezado desde el 1 de enero a poner en marcha los programas ligados al plan europeo -gracias al trabajo del segundo semestre de 2020 que culminó en la publicación de un decreto que aligera los trámites burocráticos-. Además de los 140.000 millones procedentes de Bruselas, calcula que se movilizarán otros 500.000 millones privados.

La vicepresidenta tercera se mostró confiada en la resiliencia de la economía española y en que siga el crecimiento, dado que las noticias de los focos de riesgo están siendo positivas -las vacunas o el acuerdo del 'brexit' y el resultado electoral americano-, pero reconoció que quedan semanas duras y evitó hacer referencia a la estimación de crecimiento del 9,8% que recogen los Presupuestos, incorporando el impacto de los fondos, para limitarse a anticipar una expansión del 7%.

En cuanto a la situación financiera del país, Calviño se refirió a la emisión sindicada de este miércoles, cuando el Tesoro colocó 10.000 millones de euros con vencimiento a diez años con un coste de 11 puntos básicos y una «muy buena» calidad de la demanda, lo que, a su juicio, es muestra de que «los mercados internacionales confían en la economía española». Insistió, en este sentido, en el compromiso del Gobierno con la sostenibilidad fiscal y aseguró que desde este mismo año se reducirán el déficit y la deuda.