Lejos de recuperarse, el consumo de gas natural en la provincia de Burgos se redujo el pasado año un 6,3% respecto al año anterior, de acuerdo al último informe publicado al respecto por parte del Ente Regional de la Energía (EREN), que ya en 2022 registró un desplome superior al 14% respecto a los datos del ejercicio anterior.
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En total, durante el pasado año se consumieron en la provincia de Burgos 2.602.664 MW/h de gas natural, una cifra muy alejada de los máximos históricos registrados hace apenas unos años.
2,6 millones De MW/h
Los hogares, las industrias y los establecimientos de la provincia consumieron un 6,3% menos de gas natural en 2023
En este sentido, cabe destacar que los consumos cayeron prácticamente en la misma proporción en el ámbito doméstico y en el industrial y de servicios. Así, los hogares de la provincia consumieron en 2023 un total de 514.492 MW/h de gas natural, un 6,7% menos, mientras que la industria y los servicios consumieron un total de 4.088.172 MW/h, un 6,2% menos que en 2022.
Cabe destacar, a este respecto, que las necesidades del sector industrial burgalés son enormes en esta materia, aglutinando casi la tercera parte del consumo industrial de toda la comunidad autónoma.
Llama la atención, en esta línea, que el consumo industrial conjunto de Castilla y León se mantuvo prácticamente plano en 2023 (14,4 millones de MW/h), mientras que el consumo doméstico se redujo en unos niveles similares a los de Burgos (un 5,9% menos).
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Aythami Pérez Miguel
Ya el año pasado, el EREN apuntaba a la escalada de precios derivada de la guerra en Ucrania como principal causa del desplome del consumo detectado, fundamentalmente, en los hogares. Básicamente, el precio de la factura obligó a reducir el uso de la calefacción durante el invierno.
Superada ya esa profunda crisis de precios, al menos en gran medida, existen otros factores que pueden explicar el descenso en los consumos registrado en 2023, fundamentalmente vinculados a la puesta en marcha de medidas de eficiencia y ahorro energético y la lenta proliferación del autoconsumo mediante tecnologías diferentes al gas natural.
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También descendió durante el pasado ejercicio en Burgos el consumo de GLP (gas licuado de petróleo) en todas sus variantes. Por ejemplo, el consumo de butano cayó un 4,3% hasta los 2.096 MW/h, mientras que la demanda de propano cayó un 2,1% hasta los 5.858 MW/h. Finalmente, el consumo de autogas, usado fundamentalmente como combustible de vehículos adaptados para ello, se desplomó un 12% hasta los 706 MW/h.
Como contraposición, durante el pasado ejercicio se registró un aumento en el consumo de combustibles tradicionales para la automoción. En total, en 2023 se sirvieron 422.761 toneladas de carburantes, un 0,7% más que en 2022, con un fuerte impulso al consumo de la gasolina de 95 octanos (51.646 toneladas, un 5,3% más), de la gasolina 98 (2.955 toneladas, un 12,1% más) y del gasóleo A, que con 267.033 toneladas (un 5,1% más), continúa siendo el carburante más usado en la provincia con mucha diferencia.
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Por su parte, el gasóleo B, destinado a vehículos agrícolas y calderas, vio descender un 15,5% su consumo hasta las 83.396 toneladas. Finalmente, el consumo del gasóleo C, especial para calderas industriales, se disparó un 67,5% hasta alcanzar las 13.012 toneladas.
Con todo, el descenso de consumo de carburantes en Burgos es menor que el registrado en 2023 en el conjunto de Castilla y León, donde cayó un 2% respecto al año anterior.
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