La propagación del coronavirus también condicionará las juntas de accionistas que las grandes compañías tienen previsto desarrollar en las próximas semanas en condiciones nunca vistas hasta ahora. El objetivo, evitar la habitual aglomeración de ciudadanos en estos encuentros anuales donde acuden, en algunos casos, centenares ... de personas sobre todo de elevada edad.
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Para conjugar la obligación legal de celebrar esos actos, que ya estaban convocados, y las recomendaciones sanitarias, la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) ha dado manga ancha a las empresas para adaptar las condiciones de esos eventos a la extensión de la enfermedad con medidas que «incluso no estén expresamente contempladas en los estatutos» sociales. Por ejemplo, abre la puerta a que los administradores u otras personas que estén obligadas a estar presentes en la junta puedan conectarse de forma telefónica o videoconferencia «por motivos de salud o eventuales restricciones de viaje».
El supervisor bursátil entiende que debe reconocerse «el máximo margen de flexibilidad» a los consejos de administración para poner sobre la mesa soluciones que eviten la aglomeración de asistentes. Eso sí, «siempre que se garantice de modo efectivo el derecho de información, asistencia y voto de los accionistas y la igualdad de trato» entre todos ellos.
La CNMV insta a «estimular» la asistencia de accionistas a las juntas «por representación en lugar de presencialmente». Además ve «razonable» apostar por los mecanismos de asistencia remota y voto a distancia, la telepresencia o conexión a través de Internet en tiempo real. La institución presidida por Sebastián Albella apunta a la posibilidad de que «puede ser factible una junta íntegramente telemática».
La recomendación llega después de que los dos grandes bancos españoles hayan instado a sus accionistas a utilizar las herramientas de voto electrónico y visualización de sus juntas de forma virtual. La de BBVA será el próximo viernes día 13 en el Palacio Euskalduna de Bilbao. El banco «anima» a sus accionistas a delegar el voto o a ejercerlo a distancia, un proceso que deben realizar antes de las 12 horas del jueves día 12.
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El Santander también ha aconsejado a sus accionistas a utilizar la herramienta del voto previo y la de la asistencia remota, «sin asistencia física al local donde se desarrollará» la junta general, el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital cántabra, donde habitualmente se reúnen unas 2.000 personas cada año. Se trata, según la entidad, de «la mejor forma de garantizar que los accionistas puedan ejercer plenamente sus derechos de manera segura».
En esta misma situación se encuentran otras compañías como Iberdrola: mantiene en vigor su junta, el 2 de abril en el Palacio Euskalduna de Bilbao, donde tambíen se congregan centenares de presonas. Por eso, recordaba ayer que los accionistas cuentan «con numerosas opciones» para emitir o delegar su voto sobre los puntos del orden del día, así como con puntos de atención, disponibles desde el día 24 de marzo.
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Naturgy, otro de los grandes del Ibex, celebrará su junta el martes 17 en las instalaciones de IFEMA, en Madrid. Le seguirá la junta de Banco Sabadell el 26 de este mes en Alicante, y Bankia un día después en Valencia.
Aunque en muchas compañías aún no se han detectado casos de infección del coronavirus, la opción del teletrabajo también va imponiéndose en el día a día de todas estas grandes compañías cuyas sedes están en Madrid o Vitoria. Por ejemplo, Repsol ha tomado una medida de calado al comunicar a sus trabajadores que a partir de hoy sus empleados de la Comunidad de Madrid trabajarán conectados desde casa. Entre los tres centros de la empresa en Madrid suman una plantilla superior a las 5.000 personas, aunque algunos puestos considerados «críticos» acudirán a su puesto de trabajo.
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Santander y también BBVA, que ha cerrado uno de sus edificios en Madrid para desinfectarlo por un caso de coronavirus, están fomentando el teletrabajo y la flexibilidad horaria de sus empleados.
Incluso el Banco de España y la CNMV han hecho lo propio con parte de sus plantillas. En el primer caso, ha recomendado el teletrabajo a todos sus empleados cuyas funciones no exijan presencia física. Y el supervisor bursátil ha enviado a casa a la mitad de su plantilla.
Entre las grandes operadoras de telefonía, también han habilitado esta opción laboral. Telefónica ha «recomendado» teletrabajar a los empleados con niños en edad escolar en Madrid y Vitoria, al igual que Vodafone y Orange.
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