Secciones
Servicios
Destacamos
En España, el Gobierno lo lleva advirtiendo desde hace unas semanas, y a nivel global lo acaba de confirmar el Banco Mundial. Los precios de las materias primas registrará este año el mayor ritmo de descenso desde que comenzó la pandemia, pero esto no se ... reflejará en los alimentos.
El informe 'Commodity Markets Outlook' publicado este jueves por el Banco Mundial revela que los costes de las materias primas caerán un 21% respecto al año pasado, mientras que el precio de la energía se desplomará un 26% y el del petróleo un 16% hasta los 84 dólares por barril. Esta situación «empaña las perspectivas de crecimiento de los países en desarrollo que dependen de sus exportaciones para crecer», lamenta el organismo. Otro ejemplo es el de los fertilizantes, cuyo precio caerá un 37% este año respecto al pasado, la mayor bajada anual desde hace 50 años.
Pero lo más grave es que esta situación no supondrá la caída al mismo ritmo de los precios que paga el cliente final, ya que según sus previsiones los alimentos caerán un 8% en 2023 respecto a los máximos alcanzados en 2022 y registrarán su segundo dato más alto a nivel global desde 1975. La inflación del mes de febrero está en el 20% de media global, la tasa más alta de los últimos 20 años.
«La subida de precios de los alimentos y la energía se ha logrado superar gracias a la desaceleración del crecimiento económico, la reasignación en el comercio de productos básicos y a un invierno de temperatura moderada», explica el economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill.
A nivel nacional, el ministro Luis Planas volvió a mostrarse confiado en que los precios de los alimentos bajarán según vayan descendiendo los costes de producción, aunque reconoció que ésta ralentización «irá a una velocidad menos intensa» de lo esperado.
«Francia y España están por debajo de la media europea de la inflación de los precios de los alimentos. Esto no significa que estemos contentos con esta situación, al contrario, pensamos que es necesario bajar los precios. La cadena alimentaria española es muy compleja y larga, por lo que por desgracia los precios van a disminuir a una velocidad menos intensa de lo que deseamos. Pero estamos convencidos de que cuando los costes de la producción bajen, también los harán los precios de los alimentos», aseguró el ministro en la rueda de prensa posterior al encuentro en París que ha mantenido con su homólogo de Francia, Marc Fesneau.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.