El presidente del Banco Mundial, David Malpass, dimitirá antes de julio

«Ha sido un enorme honor y un privilegio servir como presidente de la principal institución de desarrollo del mundo junto a tantas personas talentosas y excepcionales», declaró Malpass según reza en un comunicado oficial de la institución.

Con los países en desarrollo bajo una fuerte presión financiera, Malpass se ha reunido durante este tiempo con líderes mundiales para discutir políticas de apoyo, incluida la reducción de los pasivos nacionales para romper los ciclos de la deuda insostenible. Bajo su liderazgo, el Banco Mundial y sus entidades asociadas duplicaron «con creces» su financiamiento climático para los países en desarrollo, alcanzando un récord de 32.000 millones de dólares el año pasado.

Asimismo, ha liderado los esfuerzos para permitir y aumentar la inversión, así como el comercio, dentro del sector privado. También ha contribuido con un liderazgo intelectual a los productos analíticos del Banco Mundial sobre política fiscal y monetaria, sistemas monetarios y reforma de la gobernanza.

Malpass también ha fortalecido la administración y el personal de la institución. También dejará unas finanzas internas sólidas y un sistema de recaudación de fondos reforzado para respaldar su calificación crediticia AAA, según destacan desde el propio Banco Mundial.

«Es una oportunidad para una transición de liderazgo sin problemas a medida que el Grupo del Banco trabaja para enfrentar los crecientes desafíos globales, facilitar la inversión privada, agudizar su enfoque en los bienes públicos globales y mantener un fuerte impulso en la entrega operativa y el desempeño de la cartera para los países clientes», subrayan desde la institución.

Una de las iniciativas clave de Malpass ha sido promover la transparencia y la sostenibilidad de la deuda. Han sido dos factores claves para reconstruir la inversión y el crecimiento, así como fortalecer la eficacia de la gestión del Grupo del Banco.