CaixaBank rebaja a 6.750 el número de despidos por el ERE

A la espera de cerrar el acuerdo o alargar los plazos de negociación, la presión de los sindicatos podría hacer que el número de afectados se reduzca todavía más. Al igual que en el anterior paro, fuentes sindicales califican de 'éxito' la convocatoria, que ha mantenido, según indican, el 90% de las oficinas cerradas con una caída de la actividad del 95%. En muchas provincias cifran ese parón en el cien por cien.

La idea de la entidad es cerrar de más de 1.530 oficinas, un 27% de su red, en pleno proceso de digitalización en el que la operativa en oficina ha dejado de ser, desde hace ya mucho tiempo, rentable para el sector. Los sindicatos entienden la necesidad de transformar el negocio, pero defienden que las salidas deben ser (todas) voluntarias. Una opinión que también manejan desde el Gobierno, que en los últimos meses ha aumentado la presión para que la entidad limite al máximo el impacto de la medida. La propia vicepresidenta económica, Nadia Calviño, llegó a afirmar hace unos días que el cambio en los modelos de negocio del sector no solo se puede basar en recortar número de empleados y oficinas.

Los representantes de los trabajadores reconocen que las negociaciones podrían extenderse a lo largo de toda la tarde, pero las principales propuestas de la entidad en cuanto a las condiciones de los despidos están lejos de ser retiradas.

En su última propuesta, CaixaBank puso sobre la mesa prejubilaciones desde los 52 años, distinguiendo entre tres grupos de edad. Para el tramo entre los 54 y los 63 años, se ofrece un 57% del salario fijo anual con el cien por cien de las aportaciones de ahorro al plan de pensiones privado, así como el convenio especial con la Seguridad Social hasta los 63 años. En este caso, para los empleados entre 54 y 55 años, la entidad establece un tope de 1.500 adhesiones de máximo.

Las primas por voluntariedad pueden alcanzar los 28.000 millones de euros para estos tramos. Entre 52 y 53 años, se ofrecen prejubilaciones del 57% del salario fijo anual multiplicado por siete hasta los 63 años, con un límite de 500 adhesiones.

El resto obtendría una indemnización de 40 días por año trabajado, con un tope de 36 mensualidades y primas que pueden alcanzar los 15.000 euros para los trabajadores con más de seis años de antigüedad.