Tal y como marcaba el guion, el Banco Central Europeo (BCE) ha acometido su primera rebaja de tipos de interés después de dos años de subidas vertiginosas, hasta el 4,25% a partir de hoy. La merma de apenas 0,25 puntos se notará de forma muy ligera, e incluso casi imperceptible, en las hipotecas y los créditos al consumo que tengan contratados los hogares, o los que vayan a firmar, respectivamente. Peor será en el caso de los depósitos, cuya remuneración apenas ha subido en estos últimos dos años, cuando ahora ya el precio oficial del dinero comienza a descender.
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El euríbor, el principal índice que se utiliza para calcular las cuotas de las hipotecas, ya ha venido descendiendo en los dos últimos meses. Pero lo ha hecho ligeramente, hasta el 3,68% en el que cerró en mayo. La rebaja de la cuota de quienes les tocaba revisar sus créditos ha sido de apenas 15 euros al mes. Y ello, frente a subidas de hasta 100 o 200 euros al mes de hace dos años, aún no compensa. De cara a los próximos meses, el índice podría descender hasta el entorno del 3%, lo que iría aliviando esas mensualidades cuando se revisen, aunque será como un efecto 'pluma' (descensos mínimos) frente al 'cohete' de mediados de 2022.
El mercado bancario se irá moviendo en las próximas semanas tras la decisión tomada este jueves por Fráncfort. Ya lo venía haciendo desde principios de año con ofertas cada vez más agresivas para captar a los clientes de otras entidades. La modalidad estrella ahora son las hipotecas mixtas, en las que se combinan los primeros años de tipo fijo para después pasar al variable. El tipo medio de las nuevas hipotecas se encuentra en el 3,5%, pero previsiblemente irá descendiendo hasta más cerca del 2,5% gracias a la guerra hipotecaria que -todo apunta- volverá a intensificarse.
A pesar de que los tipos de interés han llevado el coste de la financiación al consumo a tipos cercanos al 8%, el mercado de compras no se ha resentido en estos dos años de fuertes incrementos de los costes de financiación. De hecho, el 'stock' de crédito al consumo ha superado los 100.000 millones de euros, récord histórico en la banca española. Al igual que en las hipotecas, financiarse para las compras del día a día será más barato aunque tardará algunos meses en dejarse notar.
Los depósitos a plazo no han terminado de despegar en España con las subidas de tipos. Es verdad que su remuneración media ha subido, pero los grandes bancos no han lanzado ningún producto de forma generalizada. Solo ha habido ofertas a clientes específicos, con una serie de vinculaciones. Por ello, el pago medio de los depósitos a un año en el país solo se sitúa en el 2,38%, lo que hace que se sitúe a la cola de los países de la Eurozona. A partir de ahora, esa curva tendrá a bajar sin que los ahorradores hayan notado mucha repercusión de las subidas de tipos de 2022 a 2024.
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