La venta de coches se dispara un 21% en Burgos por las ayudas y la demanda retenida por la covid

Así lo demuestran los datos, que reflejan que durante el pasado mes de julio se matricularon en la provincia un total de 582 turismos y todoterrenos, con diferencia el mejor dato mensual de los últimos tiempos, incluyendo los meses previos al estallido de la propia pandemia. De hecho, el crecimiento de ventas en los concesionarios de la provincia respecto al mes de julio del año pasado es del 21%, un porcentaje muy superior al registrado en el conjunto del territorio nacional.

Sin duda, la puesta en marcha de las ayudas a la adquisición de vehículos está siendo un factor determinante a la hora de reactivar el sector. Además, tal y como explica Fernando de Santiago, gerente del Grupo De Santiago, los concesionarios burgaleses tenían una importante «demanda retenida». Es decir, que ahora mismo se están materializando muchas de las ventas que ya estaban previstas durante los meses más duros del confinamiento.

Esto explicaría el despegue del sector, no solo en Burgos, sino en el conjunto de Castilla y León. Y es que, la comunidad fue una de las últimas en levantar las restricciones a muchas actividades y otros territorios recuperaron el pulso ya en junio. Eso sí, el incremento en Burgos, aún así, ha sido superior.

En este sentido, De Santiago también apunta a otro posible factor, como es el «miedo al transporte público». «Parece que durante el confinamiento se ha despertado un poco la conciencia a la privacidad» que parecía haberse diluido en los últimos años y ahora se ha despertado un nuevo interés en contar con un coche particular.

Y todo ello complementado con un último factor de carácter más estacional, pero también vinculado a la pandemia. «Este verano, buena parte del turismo se está realizando en coche, y no tanto en avión o tren», y eso ha reactivado parcialmente el interés en los turismos y todoterrenos.

Sin embargo, la buena dinámica adquirida por el sector este verano no oculta un balance general negativo. Muy negativo. Y es que, la paralización de las ventas aún se nota, y mucho, en las estadísticas y los balances de los concesionarios. En lo que va de año, en la provincia se han matriculado 1.908 vehículos, lo que supone una caída del 44,39% respecto a los datos acumulados a estas alturas del año en 2019. El golpe de la covid ha sido, sin duda, terrible.

Así, el objetivo de cara a lo que resta de año pasa por «minimizar» el daño. «El año está perdido. Calculamos que cerraremos el ejercicio con una caída en las ventas del 30%», subraya De Santiago al tiempo que reclama mayor celeridad a la Junta por tramitar las ayudas pendientes. Y es que, territorios limítrofes, como País Vasco o Cantabria, ya las tienen operativas y eso está restando competitividad al sector en Burgos.

Habrá que ver, en todo caso, si la dinámica se mantiene durante los próximos meses. De momento, agosto se presenta «animado», pero los propios concesionarios son conscientes de que la situación puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.