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Los autónomos y pequeños empresarios de la comunidad autónoma que tributan en el Impuesto sobre la Renta (IRPF) en el régimen de estimación directa declararon en el año 2008 un rendimiento neto reducido (ingresos menos gastos desgravables) de 11.077 euros anuales, 6.225 euros ... menos que la media declarada por los asalariados y pensionistas (17.342 euros). Siete años después, en el ejercicio correspondiente a 2015 (el último con estadística detallada por comunidades autónomas publicado por la Agencia Tributaria), la diferencia entre los importes de los primeros (10.341 euros) y los segundos (18.156), se había agrandado hasta los 7.815 euros, es decir, mas de mil quinientos.
Este ensanchamiento de la brecha entre lo que tributan unos y otros a Hacienda es consecuencia de que las cantidades declaradas por quienes están incluidos en los rendimientos del trabajo se incrementaron el 4,7% en los citados siete años, mientras que las de quienes se acogen a los rendimientos de actividades económicas menguaron el 6,7%.
En el conjunto de España, donde los asalariados y pensionistas declararon a Hacienda en 2015 unos ingresos medios de 20.159 euros –2.003 más que en la comunidad autónoma– y los autónomos de 11.705 euros –1.364 más que en Castilla y León–, estas cantidades han crecido el 4,5% (en la línea con la evolución regional) y menguado el 3,2% (la mitad que aquí) en el mismo periodo de siete años.
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha avanzado que el Gobierno trabajará para que los autónomos coticen por sus ingresos reales y puedan hacerlo trimestralmente o con correcciones a lo largo del año, dado que cada mes no suelen cobrar lo mismo. El lunes, en un encuentro informativo previo a la inauguración del curso para emprendedores organizado por la asociación de autónomos ATA, Valerio señaló que hay trabajadores por cuenta propia que no tienen ingresos «suficientes» para pagar la cuota y que «unos están sobrecotizando y otros están infracotizando».
En cuanto a las bases de cotización, el colectivo de autónomos de Castilla y León presenta registros casi idénticos a los del conjunto del país. Al cierre del primer trimestre había en la región 197.205 afiliados por cuenta propia al RETA (el 6,1% del total nacional) y 124.734 de ellos eran personas físicas (no integrados en sociedades mercantiles o cooperativas). El 85,5% (una décima más que la media del país) cotizan por la base mínima y otro 6,1% (una décima menos) entre la base mínima y 1,5 veces la mínima.
Además de tener una elevada representación de autónomos, Castilla y León se caracteriza por la longevidad de los negocios del colectivo: el 69,1% del total tiene cinco o más años, frente al 54,7% de media del país.
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