El alivio en las restricciones anima a los empresarios alemanes a pesar de caer en recesión

El mayor retroceso se produjo en el consumo privado y las exportaciones, señalaron los técnicos de Destatis, quienes destacan en su informe que en los primeros tres meses de 2020 se produjo igualmente una apreciable disminución de las inversiones de las empresas en maquinaria, aparatos, vehículos y otros equipamientos. Solo el mayor gasto del sector de la construcción y el consumo por parte del estado evitaron que la contracción económica fuera aún mayor.

La pandemia de coronavirus, que forzó en marzo el establecimiento de restricciones, el cierre de comercios y la paralización de numerosas empresas, ha provocado que Alemania entre además en recesión tras dos semestres seguidos de contracción del PIB. Según recientes cálculos de Destatis, en el último trimestre de 2019 la economía de Alemania registró ya un retroceso mínimo del 0,1%. Cuando una economía nacional se contrae dos semestres seguidos, como es el caso ahora con este país, los economistas hablan de «recesión técnica».

Pese a todo la economía alemana parece haber superado el punto más bajo coyuntural desde el comienzo de la pandemia. Después de que el índice de confianza empresarial del instituto económico «Ifo» cayera dos meses consecutivos y sufriera en abril con 74,3 puntos el mayor hundimiento de su historia, en mayo ha registrado un repunte de más de 5 puntos hasta los 79,5 puntos.

«Los primeros alivios de las restricciones suponen un halo de esperanza», dijo Clemens Fuest, presidente del «Ifo», quien subrayó que el ambiente en el empresariado alemán se ha recuperado un poco después de dos meses «catastróficos». El índice de confianza empresarial, que se realiza en base a encuestas periódicas con 9.000 empresas alemanas y es considerado su más relevante barómetro coyuntural, se encuentra, sin embargo, muy por debajo de la media de años anteriores y también de los 85,9 puntos de marzo pasado.

Las expectativas de negocio parecen haber mejorado en todos los sectores, pero sobre todo en los del comercios y los servicios, mientras en la industria existe un ambiente más expectante y contenido. El camino hacia arriba desde el bajón por el coronavirus será largo y solo se desarrollará sin sobresaltos si se siguen respetando las normas de higiene, señaló Fritzi Köhler-Geib, economista jefe del público Banco Crediticio para la Reconstrucción (KfW). Su colega del VP Bank, Thomas Gitzel, destacó que, si bien las empresas dan señales de vida, no puede hablarse de vitalidad y no es de esperar que la economía alemana recupere tan rápido la senda del crecimiento sobre la que se ha movido en años pasados.