Más de 22.000 burgaleses, pendientes de la negociación de siete convenios sectoriales en 2021

Sin embargo, más allá de los innumerables convenios de empresa de mayor o menor relevancia pendientes, patronal y sindicatos deberán negociar a lo largo de este año un total de siete convenios sectoriales, que afectan a más de 2.500 empresas y más de 22.000 trabajadores.

En este saco se incluye el convenio del Metal, el más importante de la economía provincial, toda vez que afecta a 1.150 empresas y algo más de 13.000 trabajadores. Eso sí, la negociación de este convenio, cuya vigencia finalizó el 31 de diciembre de 2019, llega con un año de retraso. En febrero de 2020, los sindicatos mayoritarios y la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) constituyeron la mesa de negociación, pero las conversaciones se paralizaron totalmente a raíz del estallido de la pandemia. Y en esas estamos. Ya el pasado mes de diciembre, patronal y sindicatos retomaron los contactos, pero ahora mismo se está a la espera de que ambas partes se sienten a negociar fomalmente el documento.

A mayores, este 2021 toca actualizar los convenios sectoriales de Transformación de la madera, Fabricantes de muebles, Hospitalización y asistencia médica privada, Tintorerías y lavanderías, Comercio del metal y Transportes.

Especial importancia, por el número de empresas, heterogeneidad de las mismas, trabajadores afectados y situación concreta de cada uno de los sectores, tiene el de Transportes. En él se encuadran las empresas dedicadas al transporte de mercancías, al transporte de línea, al transporte discrecional y los párquines, cada uno con una idiosincrasia y una situación coyuntural derivada de la pandemia diferente. De momento, no se ha establecido un calendario de negociación.

Tampoco ha habido reuniones formales entre ambas partes para empezar a negociar el resto de los convenios, salvo el de Hospitalización y asistencia sanitaria, que ha comenzado a valorarse esta misma semana.

En todo caso, tanto la patronal como los sindicatos reconocen que la pandemia condicionará las negociaciones de todos los acuerdos, como no podía ser de otra forma. En este sentido, el vicesecretario de FAE, Íñigo Llarena, reconoce que la evolución del PIB, del IPC y de la facturación de buena parte de las empresas, que «en muchos casos están en ERTE», no invitan a grandes incrementos salariales. Así, adelanta, en muchos casos se plantearán «convenios de transición» destinados a salvaguardar el «mantenimiento» de la actividad empresarial.

Diferente punto de vista mantienen los sindicatos mayoritarios, que confían en conseguir mejoras laborales durante las diferentes negociaciones. A este respecto, el secretario provincial de CCOO, Ángel Citores, insiste en que «la pandemia no puede ser una excusa». «Hay sectores que están atravesando una crisis tremenda, pero hay otros que ahora mismo van como un tiro», por lo que la negociación no debería plantearse en términos generalistas, asegura. Lejos de ello, añade, «hay que sentarse a negociar cada convenio de manera particular y adaptarlo a la situación específica de cada uno de los sectores». En definitiva, buscar un «equilibrio».

De «equilibrio» habla también el secretario provincial de UGT, Pablo Dionisio Fraile, quien reconoce que atravesamos un «momento extraordinario» que condicionará la negociación colectiva, pero que no cambiará la «estrategia» sindical. «Nosotros tenemos que velar por los derechos y condiciones laborales de los trabajadores», que necesitan «incrementos salariales como agua de mayo».

Así, insiste, en una negociación «no puede ceder sólo una parte» y la patronal debe ser «cabal» a la hora de sentarse a actualizar los grandes convenios, a pesar de la incertidumbre económica. En todo caso, Fraile subraya que «los sindicatos ahora mismo son más necesarios que nunca» y apuesta por dar la mayor agilidad posible a las negociaciones.