Más de 200.000 hogares accedieron al bono social de la luz durante 2019

Esta cifra supone que en los 12 últimos meses han sido unos 200.000 los titulares de contratos de luz que han accedido a un sistema que se reformó por completo a principios de 2018 para vincularlo a las rentas de las familias y desligarlo del tipo de potencia contratada, el principal criterio que regía hasta entonces. En marzo de 2018, cuando se puso en marcha, había unos 261.000 beneficiarios; y a finales de ese ejercicio, 1.016.833 hogares acogidos, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

La ayuda del bono social implica un descuento variable en la parte de consumo de la factura de la luz de los hogares domésticos acogidos a la tarifa regulada (Precio de Venta del Pequeño Consumidor, PVPC). Existe una rebaja del 25% para hogares con una renta máxima de 11.182 euros al año -familias sin hijos-, de 14.910 euros -con un hijo- o 18.637 euros -dos-, además de familias numerosas y pensionistas con prestaciones mínimas; o una rebaja del 40% para hogares en riesgo severo, con ingresos de hasta 5.591 euros, 7.455 euros o 9.318 euros, dependiendo del número de descendientes, así como para familias en riesgo de exclusión social que sean atendidas por los servicios de la comunidad o el ayuntamiento.

En cualquier caso, el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ya trabaja en una nueva modalidad de bono social cuyo funcionamiento será «automático» y que tendrá «un ámbito mucho más universal» que el actual, apuntan desde el departamento dirigido por Teresa Ribera. Será a lo largo de este año, en el marco del desarrollo normativo de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética.

Para acceder al bono social es necesario solicitarlo a alguna de las comercializadoras de referencia de Iberdrola, Endesa, Naturgy, EDP y CHC. De hecho, en las próximas semanas comienzan a vencer el plazo de los primeros bonos aprobados por las eléctricas en el primer trimestre de 2018. Y es el momento de volver a solicitarlo. Porque, aunque muchos usuarios desconocen esta realidad, hay que renovar el bono social cada dos años, como establece la normativa que lo regula. Si no se hace, se pierde el derecho a aplicar el descuento de luz. Para hacerlo, hay que acudir a la compañía con la misma documentación que la primera vez y seguir los mismos pasos que entonces. En cualquier caso, la eléctrica tiene la obligación de informar al cliente sobre la fecha del vencimiento de su bono. En el caso de familias numerosas, su bono caduca cuando pierden esa condición por cambios del hogar.

El bono social da también derecho a otra ayuda, de pago único y anual, impulsada el año pasado por Transición Ecológica: el bono térmico. Se trata de un pago que en 2019 se movió entre los 25 y los 124 euros, dependiendo de las condiciones climáticas de cada localidad.

Ante la premura y la novedad que supuso esta ayuda, el año pasado fue el Estado el que gestionó el correspondiente pago, que va con cargo a los Presupuestos (supuso unos 80 millones de euros). Sin embargo, en esta ocasión serán las comunidades autónomas las que lo tramiten en sus respectivos territorios, como marca la normativa, con datos de los 1,250 millones de hogares acogidos. hasta el pasado 31 de diciembre.

Para recibir este bono térmico es necesario que el perceptor confirme el número de cuenta bancaria. Sin embargo, a finales de 2019 el Ministerio de Transición Ecológica publicó en el BOE la lista de 116.722 documentos de identidad (DNI) de titulares de contratos que no habían confirmado su cuenta y a los que no se les podía hacer el abono.