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ENRIC GARDINER
Madrid
Sábado, 10 de julio 2021, 14:45
Apenas 24 días han transcurrido desde que Ashleigh Barty se retirara del torneo de Roland Garros por una lesión en la cadera hasta su consagración en el All England Club, donde posó este sábado con el trofeo de campeona. En menos de un mes, la ... australiana pasaba de despedirse de París, donde no pudo defender el título en 2020 por no acudir al torneo por la pandemia, a ganar su segundo Grand Slam y alargar su reinado en el circuito femenino.
Se impuso a la checa Karolina Pliskova (6-3, 6-7 (4) y 6-3) para firmar la primera victoria de una tenista australiana en Wimbledon desde Evonne Goolagong en 1980, precisamente a quien homenajeó con un traje que rememora el que Goolagon vistió en 1971, año de su primer entorchado.
La tenista de Ipswich ha completado dos semanas prácticamente perfectas, dejándose solo un set, contra Carla Suárez, en su camino hasta una final que pudo resolver mucho antes. Barty se hizo con los catorce primeros puntos del encuentro ante una desconectada Pliskova, miedosa en su segunda final de un 'major'. La tenacidad desde el fondo de una Barty paciente, esperando al fallo de la checa, provocó que Pliskova solo hiciera dos golpes ganadores en todo el primer parcial. Insuficientes para una jugadora que vive de arrollar a sus rivales.
Llegó a ir Barty 6-3 y 3-1 arriba, pero hasta la número uno del mundo tiene dudas. Cuando sacó para sellar el título, con 6-5, hizo un juego horrible, entregó el servicio y tiró por tierra el set en el 'tie break'. Le había dado una vida extra a Pliskova, pero lo cierto es que la número trece del mundo, subcampeona en el US Open 2017, no tenía el día.
Su tenis había mejorado, pero nunca fue superior al de Barty, que empezó el set definitivo renovada, con la cabeza despejada y como si lo ocurrido en el desempate fuera agua pasada. Pese a una pequeña duda cuando volvió a sacar para ganar, salvando una pelota de 'break', Barty abrochó el título. Asaltó la grada, como tantos en el pasado -Pat Cash, Rafa Nadal o Andy Murray, entre otros-, y se abrazó con los suyos, mientras Pliskova se deshacía en lágrimas, consciente de que a sus 29 años perdía otra oportunidad para tocar la meta del Grand Slam. Seguirá siendo una de las malditas número uno sin corona.
La guipuzcoana Ane Mintegi jugará este domingo la final del torneo júnior. La de Idiazábal hizo historia al vencer a la checa Linda Fruhvirtova (6-3 y 7-5) y se convierte en la segunda española en lograr avanzar a la última ronda, como Magüi Serna en 1996, que terminó subcampeona. De ganar, Mintegi inscribirá su nombre en el muro de Wimbledon junto a los de Manolo Orantes (1966) y Alejandro Davidovich (2017).
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