enric gardiner
Domingo, 10 de mayo 2020, 00:56
Aún queda mucho, muchísimo, para que el circuito profesional vuelva a rodar. Sin los torneos oficiales, las exhibiciones son las que han liderado la vuelta del tenis y Alemania ha sido pionera en ello también en el deporte de la raqueta y...la mascarilla. ... En la localidad de Höhr-Grenzhausen, cerca de Coblenza, una competición de muestra ha conseguido reunir a varios jugadores de primer nivel y dar ejemplo al resto de Europa de cómo organizar un torneo en medio de la crisis del coronavirus.
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«Cuando empezó esto, se cerraron todas las academias y nosotros nos preguntábamos cómo íbamos a hacer para sobrevivir, porque además nos iba a pillar en verano, que es cuando más actividad hay», explica Bernardo Bachino, uno de los impulsores de este torneo a través de su academia Base Tennis.
Gracias a la alianza de su empresa con Playsight, dedicada a la retransmisión de eventos deportivos, SportRadar, a la recogida de datos, y Tennis Channel, encargada de su difusión en internet, nació Exo-Tennis, la exhibición inaugural de Europa occidental. En ella participaron en la primera edición, celebrada la semana pasada, ocho jugadores, entre los que se encontraron Dustin Brown, verdugo de Rafa Nadal en Wimbledon 2015, y Yannick Hanfmann, 143 del mundo que se enfrentó al balear el año pasado en Roland Garros.
Los únicos requisitos para apuntarse al torneo eran ser tenista profesional, es decir, tener al menos un punto ATP, y ser mayor de edad. «Nosotros empezamos pensando que casi seguro no se iba a poder hacer, pero la gente se fue interesando y se añadieron varios patrocinadores. Tuvimos además la suerte de que justo al plantearlo se relajaron las medidas contra el coronavirus», añade Bachino.
Tras consultar al Gobierno alemán y a las autoridades locales y regionales, este torneo salió adelante. Se disputó durante una semana en tierra batida, con peculiaridades que anticipan lo que puede ser el tenis en los próximos meses. «Las reglas del torneo son mucho más estrictas que las normas del país. A nivel nacional ahora los eventos no pueden tener público, aunque ya se puede tener cinco personas en pista. En este torneo solo hay tres personas en pista, dos jugadores y el árbitro, además del que hace las tareas de desinfección, que se queda fuera».
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Según las reglas para que el torneo se pueda desarrollar, los jugadores mientras no estén acción tienen que llevar mascarillas, aunque alguno de los tenistas ha decidido usarla incluso cuando está en pista. Además, no hay contacto físico entre ellos. Ni saludos antes o después del partido, cada jugador hace los cambios por un lado de la red y no hay contacto en las instalaciones.
«Cada uno tiene su propio espacio, separado por paredes que respeten las distancias. Hemos decidido que tiene que haber dos metros y medio de separación entre cada uno». A todo esto se suma una persona que está desinfectando continuamente todas las áreas públicas, así como la silla de los jugadores, la del árbitro, los pomos de las puertas...
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Cada detalle está medido al milímetro, como el recorrido que cada jugador hace al salir o entrar de la pista. Los guantes están disponibles para quien quiera usarlos -aunque no son obligatorios- y está prohibido el uso de vestuarios. Los jugadores, la mayoría alemanes, tienen la posibilidad de volver a sus residencias a ducharse y si viven a más de hora y media del club se les ofrece un hotel para que se queden.
«Aquí en Alemania las cosas o se hacen bien o no se hacen. En Brasil -Bachino es brasileño- o en España quizás la gente se apura y es ahí donde surgen los problemas». En España, por ejemplo, la Federación expresó su intención de organizar varios torneos que se disputarían en verano en diferentes ciudades españolas con tenistas del top 100.
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El consejo que da Bachino para que salgan adelante es «ser muy estricto con las reglas sanitarias». «Es lo más importante. Nosotros hemos quedado con el Gobierno y con las autoridades sanitarias en que pueden venir en cualquier momento a comprobar que las cosas se están haciendo bien».
Otro de los éxitos a los que apunta el promotor es la modernización de los equipos de retransmisión para su visionado en internet. La exhibición alemana cuenta con una realización con varias cámaras, pero todas ellas son controladas desde el exterior, sin que tenga que haber un operador de cámara en pista. «Nos ha sorprendido tanto el interés de los jugadores como del público», puntualiza Bachino.
El éxito del torneo fue tal que esta semana se ha disputado la segunda edición, aumentando el número de participantes a doce, y la próxima semana se trasladará el torneo a Atlanta (Estados Unidos), donde se jugará la tercera serie de esta competición. Al no haber puntos en juego, el mayor incentivo para los jugadores es el tema económico. Además de un importe fijo por jugar, se llevan otra cantidad por la posición final en el torneo.
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