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Enric Gardiner
Lunes, 13 de enero 2025, 11:31
Carlos Alcaraz hizo lo que debía en la primera ronda del Abierto de Australia. Despachó por la vía rápida a Alexander Shevchenko (6-1, 7-5 y 6-1), aunque con susto y remontada en el segundo set, y pasó impoluto a la segunda etapa del primer Grand Slam de la temporada.
En una jornada más que apretada en Melbourne, con Carlos Alcaraz, Novak Djokovic y Nick Kyrgios jugando al mismo tiempo, además de Jannik Sinner, que ya había completado su trabajo cuando estos salieron a pista, el español fue desplazado a la Margaret Court, la segunda en importancia y en la que nunca había jugado. Mientras que en su estreno en el torneo en 2021 el murciano jugó en las pistas exteriores, al igual que en 2022, en 2024 (se perdió 2023 por lesión) lo hizo siempre en la Rod Laver, hasta su eliminación en cuartos de final.
El nuevo contexto y atmósfera no le afectó en exceso y Alcaraz salió lanzado, perdiendo el primer juego, pero ganando los seis siguientes. Apenas cometió seis errores en todo el parcial, solo permitió una bola de rotura y triplicó el número de golpes ganadores que consiguió el jugador ruso nacionalizado kazajo. Los nuevos cambios que ha introducido Alcaraz en este 2025, sobre todo en la mecánica del saque, funcionan. Shevchenko no estaba jugando mal, pero ese Alcaraz es imparable.
La inercia le duró al murciano hasta mediados del segundo set, cuando el electrónico arrojaba un contundente 6-1 y 3-1. El español tenía medio partido en el bolsillo, pero en su camino se cruzó una de esas clásicas desconexiones sin las que no se puede entender a Alcaraz. Perdió cuatro juegos seguidos, multiplicó sus fallos y regaló dos veces el saque.
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Javier Varela
El kazajo, que en su único duelo ante Alcaraz el año pasado en Madrid solo ganó tres juegos, en espacio de unos minutos se llevó cuatro y dispuso de saque para empatar el partido a un set. Pero una cosa es tener la oportunidad y otra es aprovecharla. Como suele ser habitual en este ajedrez mental que es el tenis, no agarrar la gloria cuando está tan cerca puede ser el precedente de la debacle, y es lo que le ocurrió a Shevchenko. Alcaraz, cuando sintió los nervios de su rival, clavó el colmillo e hizo un parcial de 12-5 en puntos para voltear el 3-5 y convertirlo en un 5-7.
Quedaba aún por delante un set, sí, pero Shevchenko estaba ya fundido mentalmente. Se había visto ante la posibilidad de poner en un aprieto a uno de los mejores del mundo y lo había desperdiciado. Alcaraz le enseñó el caramelo y se lo quitó y en el tercer parcial solo restaba esperar el mazazo final. El murciano, como si estuviera luchando contra el crono, se demoró solo 28 minutos en sentenciar el encuentro. Una victoria que no alcanzó ni las dos horas de duración y que pone a Alcaraz en la segunda ronda del torneo oceánico.
Ahí se tendrá que ver las caras con el japonés Yosihito Nishioka, que derrotó al jugador procedente de la fase previa Aziz Dougaz en cuatro mangas. Será su segundo duelo contra Alcaraz después del que disputaron en el Masters 1.000 de París-Bercy, con triunfo por un doble 6-4 para el español.
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