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ENRIC GARDINER
Madrid
Jueves, 18 de abril 2019, 07:53
Grigor Dimitrov es un excelente jugador de tenis. Un genio con un revés a una mano magnífico, una volea delicada y un sólido saque. Semifinalista de Montecarlo el curso pasado, el búlgaro ha tenido tiempo en su carrera para ser maestro y también para constatar ... lo que se suda para ganarle un punto sobre tierra a Rafa Nadal. No hablemos ya de un set o un partido. Tras juego y medio, Dimitrov estaba dándose cuenta de que, como ya le ocurrió en anteriores ocasiones, superar al balear iba a ser tarea imposible, iba a tener que centrarse en conseguir arrebatarle algún punto y rezar.
Así lo marcó el inicio arrollador de Nadal, rompiendo de inicio y perfeccionando la derecha que exhibió en su apresurado debut ante Roberto Bautista. Esa que pasa rozando la red, que besa el cuadro de saque y que se escapa de la pista. Una derecha angulada que adornó los mejores momentos contra el de Castellón y que tanto daño hace por la manera en la que rompe el ritmo y por las expectativas del que recibe. Media vida devolviendo pelotas de Nadal a la altura del hombre para encontrarse ahora con ángulos imposibles.
A Dimitrov, maestro también de los ángulos y las alturas, aunque más amante del cortado, le costó hacerse a la fatídica realidad de enfrentarse a Nadal en tierra, pero cuando lo hizo, fue capaz de voltear la contienda, igualar el 4-1 adverso y desatar su euforia con una volea que replicaba los ángulos del español. El búlgaro parecía volver al partido, pero tres golpes con el marco de la raqueta en el décimo juego enterraron su primer set y devolvieron el mando a Nadal.
Rafael Nadal |
6 | 6 |
Grigor Dimitrov |
4 | 1 |
Parada la insurrección y remontada de Dimitrov, era cuestión de tiempo que la cabeza y la irregularidad del de Haskovo explotase y dejase vía libre al de Manacor. Con cada juego exprimido hasta la última gota, Nadal necesitó mostrar una versión más sólida y compacta para deshabilitar las intentonas de Dimitrov y el punto sin retorno llegó en el segundo juego del segundo parcial. El búlgaro no cerró el juego cuando pudo y a la primera bola de 'break' de la que dispuso Nadal, abrochó la rotura y condujo el partido al resultado esperado, condimentado además con otro quiebre para amplificar la victoria (6-4 y 6-1). El triunfo que marca el número 70 del balear en Montecarlo, donde busca el duodécimo título y donde está ya a tres pasos de conseguirlo.
En cuartos de final le recibirá un jugador más adaptable a su juego como Guido Pella. El argentino, verdugo de Marin Cilic, venció a Marco Cecchinato (6-4. 4-6 y 6-4) para asegurar su puesto en cuartos y enfrentarse a un Nadal que le ha derrotado en dos ocasiones, Indian Wells 2017 y Roland Garros 2018. Novak Djokovic también confirmó su presencia en cuartos al deshacerse de Taylor Fritz en dos sets.
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