Nadal se apunta a Montecarlo

Nadal pretende acabar en el Principado con la incertidumbre que ha levantado en los dos últimos meses, en los que se ha tenido que dar de baja del Abierto de Australia, de Doha y de Indian Wells. De los dos primeros torneos se retiró por la microrrotura que sufrió en Brisbane a principios de año y del último por no verse preparado aún para la alta competición. El de Manacor sí jugó la exhibición de Las Vegas contra Carlos Alcaraz hace diez días, donde mostró un buen nivel, pero prefirió reservarse para la tierra batida, su mejor superficie, y se bajó del partido de primera ronda de Indian Wells contra Milos Raonic horas antes.

La gira de arcilla apunta a ser el período más frenético de la temporada de Nadal, con Montecarlo comenzando el 7 de abril, seguido de Barcelona, de 15 al 24 de abril, Madrid, del 24 de abril al 5 de mayo, y Roma, del 8 al 19 de mayo. El culmen llegará en Roland Garros, del 26 de mayo al 9 de junio, y en los Juegos Olímpicos, que se jugarán después de Wimbledon, del 27 de julio al 4 de agosto.

Nadal, que ya lleva varios días entrenando sobre arcilla, prácticamente desde que anunció su baja en Indian Wells, tiene confirmada su participación en Montecarlo, Barcelona y Roland Garros, y podría añadir Madrid a su calendario, siendo Roma el menos probable, por las ajetreadas semanas anteriores con Barcelona y Madrid.

En el Principado, Nadal es el máximo dominador, con once títulos. El último, eso sí, se remonta a 2018, cuando derrotó en la final a Kei Nishikori. Desde ese último entorchado hace seis años, el balear solo ha jugado el torneo en dos ocasiones, en 2019, con semifinales perdidas ante Fabio Fognini, y en 2021, cuando cayó ante Andrey Rublev. En 2022 se perdió el torneo por la rotura de costilla que sufrió semanas antes en la final de Indian Wells contra Taylor Fritz.

A la gira de arcilla, Nadal llegará fuera de los 600 mejores del mundo, pero podrá entrar a todos los torneos gracias a la condición de ranking protegido, que le permite jugar doce torneos con una media ponderada de su clasificación previa a la lesión. Desde que ganó su primer título, en Sopot 2004, Nadal nunca se ha quedado una temporada sin anotarse al menos un trofeo en esta superficie. Su peor campaña fue la de 2015, en la que solo pudo sumar el título de Buenos Aires.