Pedro Rodríguez
Madrid
Sábado, 27 de abril 2024, 19:00
Reinaba la incertidumbre sobre la posibilidad de que el partido de este sábado de Rafa Nadal contra el australiano Alex de Miñaur fuera el último del tenista balear en España. Nadal se enfrentaba al jugador que le derrotó en segunda ronda en el Conde de Godó ... y la organización del Masters 1.000 de Madrid había preparado un homenaje especial para el manacorense en caso de que perdiera el encuentro, reconociendo su legado y su trascendencia en el tenis mundial y en el torneo de la capital que ha conquistado en cinco ocasiones.
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Sin embargo, el homenaje tendrá que esperar para la próxima semana, ya que Nadal recuperó la vitalidad, firmó un gran partido para imponerse a De Miñaur, por 7-6 (6) y 6-3, y volverá a jugar el lunes, contra el argentino Pedro Cachín. Nadal está de vuelta. El ganador de 22 títulos de Grand Slam y ex número uno del mundo resurgió en segunda ronda para no despedirse aún del Masters de Madrid, en un enfrentamiento en el que Nadal aguantó dos horas sin molestias. Nadal volvió a ser Nadal contra el número 11 del mundo y seguirá jugando en la Caja Mágica.
«Llevo muchos meses difíciles nivel profesional, levantándome con la ilusión de vivir una tarde así. Gracias a todos por hacerme sentir esto. Yo fallo, pero el público de Madrid nunca falla», se congratuló Nadal. «Para mí significa mucho haber conseguido jugar el partido entero», reconoció el balear tras su emotivo triunfo ante De Miñaur. «Hay margen de mejora», subrayó Nadal tras resistir dos horas y rendir a un buen nivel.
En una pista Manolo Santana a reventar, ante 14.000 espectadores, entre ellos el rey Felipe, el partido comenzó con una intensidad palpable, y Nadal rápidamente tomó la delantera al romper el servicio de De Miñaur en el primer juego. Sin embargo, en el siguiente intercambio, una discusión entre Nadal y el juez de línea añadió un giro inesperado. El español solicitó una revisión de Ojo de halcón, pero el juez ya había otorgado el punto a De Miñaur. A pesar de los gestos de Nadal indicando lo contrario, el juez mantuvo su decisión. Ante tal controversia, Nadal, indignado, pidió incluso la intervención del supervisor, aunque su solicitud no fue atendida.
Ese momento crucial marcó un cambio de rumbo en el partido. De Miñaur logró igualar el marcador y, en el siguiente servicio, Nadal se recompuso para asegurar un juego sin ceder puntos. Aunque la situación parecía complicarse, Nadal demostró su determinación al quebrar nuevamente el servicio de su rival en su primer intento. La atmósfera en la cancha se encendió cuando la grada estalló de júbilo, y Nadal, inspirado, comenzó a desplegar su poderosa derecha y a celebrar con entusiasmo cada punto ganado.
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Al llegar al desenlace del set, la tensión en la cancha era palpable. Cada uno de los tenistas se esforzaba por mantener su nivel de juego, sabiendo que el 'tie-break' decidiría el rumbo de la primera manga. Fue en ese momento cuando Nadal logró un pequeño quiebre en el primer saque de De Miñaur, pero el australiano resistió con determinación, manteniendo su compostura.
En este 'tie-break' se comprobó la esencia del mejor Nadal. Con una tenacidad impresionante, ganó puntos con rallies extenuantes, desplegando su habilidad para defenderse incluso en situaciones aparentemente perdidas, como demostró con un globo magistral. El jugador de Manacor continuó presionando, obtuvo otro quiebre y se acercó a la victoria en esa manga con cuatro bolas de set en sus manos.
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Sin embargo, el destino parecía tener otros planes, porque desperdició las cuatro. En su primera oportunidad, Nadal cometió una inesperada doble falta, permitiendo que De Miñaur mantuviera viva la esperanza de recuperarse. El australiano demostró su resistencia, defendiendo con valentía otras dos bolas de set con su servicio. Pero Nadal no estaba dispuesto a ceder y, con su perseverancia característica, forzó una quinta oportunidad de set.
La tensión en la cancha era palpable cuando el balear preparó su revés para lo que sería el punto decisivo. Con un golpe perfectamente ejecutado que encontró la línea, Nadal se aseguró finalmente el set por 7-6 después de una hora y 16 minutos de una batalla intensa y emocionante.
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El segundo set comenzó con Nadal mostrándose muy sólido, logrando una rotura en el primer saque de De Miñaur. El español consolidó su ventaja al confirmar el break y tomar la delantera, mientras que el australiano luchaba por mantenerse a flote en medio del ambiente vibrante de la grada y la presión impuesta por un balear que no cedía terreno. En el momento crucial, con el marcador en 1-3 a favor de Nadal y el saque del australiano, el español estuvo a punto de tomar una ventaja decisiva en el juego, pero el australiano respondió con dos sólidos puntos para evitarlo.
Nadal, sin embargo, mantuvo su nivel, asegurando su servicio y sumando juegos con relativa facilidad, como demostró en el juego en blanco que le dio el 5-3 en el marcador. Con su servicio a favor, Nadal se encontraba a un paso de cerrar el partido, y aunque De Miñaur resistió con valentía, el balear logró romper de nuevo el saque de su oponente en un juego crucial que incluyó dos oportunidades de rotura, aprovechando la segunda gracias a una doble falta del australiano.
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Con esa última rotura, Nadal selló la emotiva victoria, culminando así con éxito un vibrante encuentro. El lunes volverá a la pista, para enfrentarse en tercera ronda por primera vez en su carrera a Pedro Cachín, número 91 del mundo, que eliminó al estadounidense Frances Tiafoe, por 6-7 (1), 6-3 y 6-4 en dos horas y 43 minutos.
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