enric gardiner
Sábado, 7 de noviembre 2020, 16:42
Han tenido que pasar cinco años para que la Torre Eiffel vuelva a ver perder a Rafael Nadal. El balear, que no caía en esta ciudad desde los cuartos de final de Roland Garros 2015, se deshizo ante la fuerza y el látigo de ... Alexander Zverev (6-4 y 7-5), que vive un momento profesional muy dulce, a la vez que su vida personal parece desmoronarse. El germano se ha visto envuelto en las últimas semanas en una espiral de problemas sentimentales. Primero, su exnovia más reciente anunció su embarazo y aseguró que no quería que Zverev tuviera nada que ver con el niño. Más tarde, otra expareja le acusó de malos tratos, lo que ha provocado que el alemán haya sido obviado en redes sociales.
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Ni la ATP, ni la cadena inglesa que retransmite los partidos de este Masters 1.000 a nivel global, han hecho una sola mención a Zverev, que se ha aislado de todo esto para completar unas semanas magníficas. Triunfó doblemente en casa, en los torneos consecutivos de Colonia, y se plantó en París para mejorar en un torneo que, en sus propias palabras, nunca se le había dado bien por el cansancio acumulado de todo el año.
Zverev, entrenado por un atento David Ferrer desde la grada, se nutría de todo aquello que ya habían explotado anteriormente Feliciano López y Pablo Carreño en las rondas anteriores. Las bolas cortas de Nadal eran un caramelo para la potente derecha del alemán y para su elástico revés. El español estaba a merced de lo que decidiera hacer Zverev desde el fondo de pista y con su servicio, un arma impenetrable que asestó nueve saques directos en un primer set que recordó al partido que ambos jugaron el año pasado en las Finales ATP de Londres.
Zverev crecido y elocuente con su raqueta, poniendo en muchos problemas a un Nadal que apenas podía desperezarse de vez en cuando para soltar algún tímido «¡Vamos!». Los 19 golpes ganadores del de Hamburgo fueron un obstáculo insalvable para un Nadal empequeñecido ante unas condiciones que favorecían mucho más al alemán. Y aun con todo ello, tiró de garra en el segundo para mantenerse a flote. Zverev le rompió en el tercer juego y disfrutó de cinco oportunidades más de 'break' para seguir ampliando su ventaja, pero Nadal resistió.
Se agarró al partido y a un torneo que nunca ha ganado, para devolverle la rotura al alemán y sobrevivir hasta el 7-5 que le condenó y le hizo despedirse de París-Bercy, sumando su primera derrota en la capital francesa desde 2015. Pese a que llegó a los cuartos de final de este torneo en 2017 y a las semifinales en 2019, Nadal se retiró antes de los encuentros ante Filip Krajinovic y Denis Shapovalov respectivamente.
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Mientras que Zverev buscará sumar un Masters 1.000 más a su carrera contra Daniil Medvedev, Nadal pone ya su mira en las Finales ATP de Londres. El torneo londinense, que abre sus puertas el próximo 15 de noviembre, cerrará la temporada del balear, que tiene el reto de batir allí a Novak Djokovic y engarzar la última gran corona que le falta en su palmarés.
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