Las Finales ATP dejan en evidencia a la WTA

Era la guinda a una semana previa alejada de todo lo que se vio en las WTA Finals. El Pala Alpitour de Turín estaba listo varios días antes y en él, sin que las condiciones atmosféricas influyeran, los Alcaraz, Djokovic, Medvedev, Rublev y compañía se entrenaron sin problemas.

Todo lo contrario, a Cancún, donde las maestras se encontraron un torneo a medio hacer. La WTA, debido a los problemas que tuvo con China y que le obligaron a cancelar el acuerdo que tenía con Shenzhen, no otorgó el torneo a la ciudad mexicana hasta dos meses antes de que este comenzara. La organización fue un desastre, con la pista principal sin terminar cuando llegaron las tenistas, además de que las tormentas fueron constantes durante toda la semana y no permitieron que se jugara con regularidad y constancia.

«No sé si reír o llorar», dijo Aryna Sabalenka. «Esto es muy triste», añadió Marketa Vondrousova. Las quejas llevaron a la WTA a pedir disculpas: «No ha sido un torneo perfecto y aceptamos la responsabilidad», dijo Steve Simon, presidente de la WTA.

Esto eleva las posibilidades de que Arabia Saudí se haga con el torneo a partir de la temporada que viene, al no tener una sede fija como sí ocurre con el de hombres, y a que cada vez más voces pidan que se produzca una fusión entre la ATP y la WTA que asegure la igualdad y la supervivencia de ambos circuitos.