Un espectáculo tenístico para la nueva generación

El objetivo principal es acercar el tenis a un público más joven. Para esto, Mouratoglou ha roto los códigos de este deporte para adaptarlos a las prácticas de consumo de las nuevas generaciones, muy apegadas a las pantallas.

El UTS se disputará a puerta cerrada, con una presencia muy controlada de medios, pero sin ruedas de prensa. Y solo será emitido en su integridad vía internet, a través de un abono (que cuesta entre 10 y 12 euros -11,30 y 13,50 dólares-, según la zona geográfica).

Está pensado como un producto que mezclará el e-sport (con un diseño muy trabajado para la retransmisión vía web) y el visionado sin moderación de series, dos de las grandes aficiones de la juventud en la actualidad.

De esta forma, los jugadores estarán autorizados, incluso animados, a dejarse llevar por las emociones. El 'coaching' (interacción entre tenista y entrenador) será una parte importante de los duelos y además cada participante dispondrá de 'cartas UTS', que le proporcionarán una ventaja momentánea. Y el sistema para contar los puntos, que forma parte de la magia del tenis, se abandona en beneficio de una acumulación de puntos sobre un periodo de diez minutos. Este formato «elimina a propósito la puntuación», señaló Mouratoglou, que considera el sistema tradicional de puntos «un gran problema» para atraer a un público joven.

El preparador francés subrayó que no quiere entrar en competencia con el circuito tradicional. «No he dicho que hay que cambiar el tenis, pero sí aportar una segunda línea, más moderna, para otra clientela», dijo. Su esperanza es que el UTS se convierta en un circuito paralelo al tradicional y que se dispute a lo largo del año.

«Solo jugamos el fin de semana, por lo que se puede imaginar cada sábado y domingo. La pregunta es ¿tendrá éxito nuestro formato? Si tenemos éxito todo el mundo estará de acuerdo para sentarse a la mesa y encontrar soluciones porque este éxito será el éxito del tenis en general», explicó. En un primer momento, el técnico francés sitúa el éxito en los 50.000 abonados.

La ATP dio la bienvenida al UTS pero también observa sus pasos. «Comprendemos que exhibiciones privadas puedan celebrarse y que sean atractivas para los jugadores, pero de manera paralela recordamos la necesidad de preservar su salud y su seguridad, siguiendo además las directrices del programa anticorrupción», señaló un portavoz del circuito masculino a la AFP.

La Federación Internacional (ITF) declaró por su parte que la «prioridad» es continuar su trabajo con la ATP, la WTA y los torneos del Grand Slam «para seguir la evolución del impacto mundial de la covid-19 y preparar la reanudación de los circuitos profesionales en las mejores condiciones posibles».

El tenis está paralizado desde mediados de marzo y no volverá hasta al menos finales de julio. Una decisión sobre la celebración del US Open (24 agosto-13 septiembre) serán anunciada en los próximos días.

A la espera, diez jugadores, entre ellos cuatro del 'top-10' mundial (Dominic Thiem, Tsitsipas, Matteo Berrettini y David Goffin) se enfrentarán en el UTS este fin de semana en la academia de Mouratoglou, cerca de Niza. «Es un gran entrenamiento. Nadie en el mundo te va a decir de hacer cinco sets. Es el formato perfecto para regresar», señaló el francés Richard Gasquet en la víspera del comienzo del UTS, donde se enfrentará a Tsitsipas.

Mouratoglou ve más allá que un entrenamiento para reanudar el tenis. Ya ha previsto dos ediciones suplementarias posteriores a este UTS.