Rafael Nadal Parera (Manacor, 1986) puso el punto y final a una era en el lugar donde comenzó su historia tenística. El balear, icono de resiliencia, escribió su último capítulo con la raqueta cerrando una etapa que le alejará de las pistas para siempre como tenista profesional. Su último gemido tuvo lugar en la Copa Davis, donde debutó como abanderado hace ya 24 años y donde le tocó despedirse como una leyenda. Un círculo casi perfecto con un adiós agridulce. Porque se despidió compitiendo, como hizo durante toda su extensa carrera. Una retirada definitiva de la primera línea de competición, a los 38 años, impuesta por la biología y las múltiples lesiones que, aunque tarde, le hicieron parar tras un último baile en el Martín Carpena. Se fue por la misma puerta por la que accedió a la gloria y se presentó al mundo en aquella Copa Davis de 2004 disputada en Sevilla, la primera de las cinco que luce en su palmarés. En su adiós definitivo al tenis acumula en su admirable trayectoria, llena de entrega y sacrificio, 92 títulos ATP individuales, entre ellos 22 Grand Slam, de los que 14 son Roland Garros, dos medallas de oro olímpicas y dos Laver Cup.
La Davis fue estación de inicio y lo fue del final de uno de los grandes deportistas de la historia. «El partido contra Andy Roddick en la final de 2004 es uno de los que marcaron mi carrera y nunca lo olvidaré. Creo que gané porque la multitud estaba allí para apoyarme; era esencial», recordó en su momento un Nadal que con apenas 18 años fue elegido para disputar el segundo partido individual en aquella final ante el bautizado como 'Cañonero de Nebraska', líder de EEUU y número 2 del mundo en aquel año, y que unos meses antes le había ganado de forma contundente al balear en el US Open (6-0, 6-3 y 6-4). En un partidazo en La Cartuja, Nadal se llevó el triunfo (6-7, 6-2, 7-6) para colocar el 2-0. La Armada perdió en el dobles, pero Moyá colocó el 3-1 definitivo para conquistar la Ensaladera. Jugador español más joven en debutar en una Davis, con 17 años y 248 días, el balear cambió la trayectoria de su carrera en el torneo de su estreno como profesional.
En su historial hay 37 victorias y seis derrotas, un registro abrumador que lo es más si se miran los duelos individuales. En ese marcador hay 29 victorias y dos derrotas. La primera individual de Nadal llegó curiosamente en su debut en la competición, cuando aún tenía 17 años y perdió contra el checo Jiri Novak (7-6, 6-3, 7-6) en la primera ronda de la mítica Davis de 2004, donde también al día siguiente cayó en dobles junto a Tommy Robredo.
El balear contó sus primeros dos partidos como doblista en derrota, frente a República Checa y Holanda, y sumó su primera victoria en dobles ese mismo año ante Francia. En 2005 repitió como doblista con derrota ante Eslovaquia en primera ronda formando pareja con Albert Costa, y con derrota ante Italia en cinco sets junto a Feliciano López, actual director de las Finales de Copa Davis.
Buena parte de esas victorias -22- fueron en su superficie fetiche, donde mejor se desempeñó siempre. Triunfó 14 veces en pista dura y una en moqueta.
Desde 2005, el tenista de Manacor cuenta sus partidos en dobles en Copa Davis por victorias formando pareja con Fernando Verdasco, con el que sumó triunfos ante Italia en 2006 y en los cuartos de final ante Dinamarca en 2015, y con Marc López, con quien además de ganar el oro olímpico en los Juegos de Río 2016 ha conseguido dos victorias ante Ucrania en el playoff de 2013 y en el partido de dobles ante la India en 2016, que permitía a España regresar al Grupo Mundial de Copa Davis tras varios años en la oscuridad. En 2019 el tenista disputó sus últimos duelos en dobles en el torneo, primero con Marcel Granollers como pareja ante Croacia y Argentina; y posteriormente con Feliciano López ante Gran Bretaña. España, antes de su aparición, solo había conquistado una de las Ensaladeras, aquella de 2000 en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Con apenas 18 años, el jugador balear debutó en la Copa Davis y resultó fundamental para lograr el título. En el duelo final ante Estados Unidos derrotó a Andy Roddick en el segundo partido, lo que ayudó a asegurar el triunfo. España se llevó la final por 3-2.
Nadal, ya consolidado como uno de los mejores jugadores del mundo, participó en la fase de grupos, ayudando a España a llegar a la final, aunque no jugó esta última debido a una lesión en la rodilla derecha. A pesar de su ausencia, España venció de forma heroica en Mar de Plata a Argentina 3-1 en la final.
De nuevo volvió a ser fundamental en el triunfo final y clave en el desarrollo de las primeras rondas. El mallorquín se deshizo de Novak Djokovic en tres sets y dio el punto definitivo a España ante Serbia. Ya en la final, La Armada demostró el porqué de su número 1 del mundo en el ranking de la ITF en la competición más importante del mundo por equipos. El Palau Sant Jordi de Barcelona fue de nuevo talismán y logró su cuarta Ensaladera en sólo nueve años, la segunda de forma consecutiva.
El tenista de Manacor repitió como protagonista en la final contra Argentina, venciendo a Juan Martín del Potro en un épico partido a cinco sets. Su victoria aseguró el quinto título de España con un marcador global de 3-1. Sevilla fue de nuevo un escenario clave, y otra vez un equipo fantástico para recoger la quinta Ensaladera.
Año muy especial al jugarse en un nuevo formado el torneo. La fase final tuvo lugar en Madrid, y Nadal lideró a La Armada durante todo el torneo. El balear fue decisivo tanto en individual como en dobles. España venció a Canadá 2-0 en la final, y el balear ganó todos los partidos que jugó en el torneo, consolidándose como el héroe del equipo.
El ex número uno del mundo es el español con mejor balance de partidos ganados y perdidos en los duelos individuales de las finales de la Copa Davis. Solo ha perdido dos, en su debut y en su despedida.
«La realidad es que uno nunca quiere llegar a este momento. No estoy cansado de jugar al tenis. Simplemente el cuerpo ha llegado a un momento en el que no quiere jugar más. Me siento un súper privilegiado, he podido hacer de uno de mis hobbies mi carrera. Ha sido un increíble privilegio y un verdadero honor haber podido compartir mi última semana como profesional con un equipo tan maravilloso como esté en el que hay muchas personas con las que he compartido muchas de mis mayores alegrías», dijo emocionado Nadal, en su despedida en Málaga, en un pabellón lleno hasta la bandera.
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