El Recoletas Burgos Caja Rural se deja los puntos ante el VRAC en los minutos finales (23-25)

Una mañana de rugby del bueno. Lo peor, el resultado, pero a la postre un gran partido del Recoletas Burgos Caja Rural y VRAC Quesos Entrepinares en el Bienvenido Nieto. Si buen la primera mitad VRAC fue mejor, el recital de Recoletas en los 25 primeros minutos del segundo tiempo fue espectacular. En esos minutos le metió un 15-0 a su rival que le dejó noqueado. Pero la calidad se ve al final. En dos chispazos, el VRAC se puso por delante y dejó a los burgaleses con la miel en los labios. Aun así un drop de Castiglioni en el minuto final pudo dar el triunfo a los locales, pero se marchó fuera.

Un fuera de juego de los burgaleses, nada más sacar de centro el oval, propiciaba los tres primeros puntos para los visitantes, tras un golpe de castigo a 30 metros de palos. Taibo transformó sin problemas y puso nada en ventaja más empezar el choque. El VRAC tuvo que trabajar mucho en defensa para frenar a los burgaleses que vieron cómo se torcían las cosas con una lesión de Ruan Snyman. En su lugar salió Urko Zumeta.

Si la defensa vallisoletana era intensa, no lo era menos la del Recoletas Burgos. Pero un retenido de los locales provocó un nuevo golpe de castigo del Quesos Entrepinares VRAC que transformó Taibo en el minuto 12 poniendo el 0-6 en el marcado del Bienvenido Nieto.

Recoletas no encontraba su sitio en el campo y Valladolid dominaba, no sólo el marcador, sino también sobre el césped artificial de San Amaro. El partido de los burgaleses se parecía demasiado al primer tiempo del encuentro con Complutense Cisneros en el que se marcharon con un 23-0 al descanso.

Lo intentaban Tani Bay y Pablo Rascón por las alas. Los ataques de Burgos dieron fruto. En el minuto 16, Bay provocó el golpe de castigo e Iñaki Mateu puso el 3-6 con una patada perfecta desde casi 30 metros. El dominio cambió de lado y los burgaleses tomaron el juego con mucha velocidad, precisión en el pase a la mano y una mejor defensa en los choques.

Valladolid había aprendido de los errores de la final de la Supercopa y estaba mejor sobre el verde. Una infracción de los locales, un nuevo fuera de juego, provocó una melé en línea de cinco para los visitantes una con gran ocasión para ensayar desde empuje. Aparejadores frenó con maestría la posibilidad de marcar del Quesos.

En el minuto 33 Iñaki Mateu tuvo el empate tras un error defensivo de los visitantes que se convirtió un en golpe de castigo. Su lanzamiento se marchó muy cerca del palo izquierdo de la H. Antes, Taibo también había errado un golpe de castigo para los visitantes.

Cuando expiraba la primera mitad, Perotti logró el primer ensayo para su equipo y puso en franquicia a los visitantes. Una gran jugada de los vallisoletanos que no supo frenar el Recoletas puso el 3-11. Por fortuna Taibo no logró transformar los dos puntos adicionales.

Tuvo tiempo Facu López de ensayar tras un gran ataque de Aparejadores y poner, en minuto 40, el 8-11 en el luminoso de San Amaro. Lástima que Iñaki Mateu tuvo la mala suerte de que su disparo a palos posterior pegase en la madera de la H, que escupió el oval (el primero). Con una ventaja mínima de tres tantos, llegaba el descanso.

No tuvo mucho ritmo el inicio del segundo tiempo hasta que le puso gusto el Recoletas. Una gran jugada coral de los burgaleses acabó con el ensayo de Pablo Rascón. Aparejadores se ponía por delante por primera vez en el minuto 49. Iñaki Mateu tiró a palos y el oval volvió a golpear en el palo de la H, por segunda vez en un intento de transformación. El marcador, 13-11.

Burgos estaba lanzado. Tani Bay aprovechó un tremendo error defensivo del VRAC para ensayar, el tercero en 13 minutos de los burgaleses. Con la transformación, esta vez sí, de Iñaki Mateu, que puso el 18-11. Recoletas Burgos seguía percutiendo por cualquier sitio del campo. Iñaki Mateu en el minuto 58 pudo ampliar el marcador, pero su patada de castigo se quedó corta.

Entre estos dos equipos tan igualados puede pasar cualquier cosa. Pero el segundo tiempo de los burgaleses marcaba la diferencia. VRAC no había comparecido en el segundo tiempo. Los vallisoletanos, a duras penas, defendían los veloces ataques de los gualdinegros.

En uno de los placajes del VRAC, el defensor cometió falta al retener y no soltar el oval. Golpe de castigo para los burgaleses que Iñaki Mateu no perdonó y puso el 23-11. Los de José Basso y José García habían endosado un 15-0 a los vallisoletanos en apenas 20 minutos.

Pero en los últimos diez minutos de partido, el Quesos Entrepinares se sacudió el dominio burgalés. Por raza y empuje, llegó el ensayo de Miejimolle (23-16) en el minuto 70. Taibo transformó la patada tras el ensayo (23-18). Y En el 75 ensayó Perotti y transformó Taibo que ponía el marcador en 23-25. Un drop de feta Castiglione pudo dar el triunfo en el último suspiro, pero su patada no entró entre los palos.

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