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Sainz resiste líder en una etapa de puro Dakar
Etapa 10 | Dakar

Sainz resiste líder en una etapa de puro Dakar

El madrileño sufre tres pinchazos que le hacen ceder nueve minutos con Loeb, quien promete batalla hasta el último día

David Sánchez de Castro

Miércoles, 17 de enero 2024, 15:27

No va a estar hecho hasta que se cruce la meta en Yanbu el viernes. La décima etapa del raid más duro del mundo hizo honor a su apelativo, ya que Carlos Sainz tuvo que sobrevivir a un día en el que pinchó, al menos, ... tres veces. Sebastian Loeb, que también tuvo que parar para reponer un neumático pinchado, le recortó distancia hasta que la diferencia entre ambos se quedase en poco más de 13 minutos, lo que pone en un pañuelo la disputa por el título del Dakar en coches.

El bucle de Al Ula, por donde ya se pasó unos días atrás, demostró que nada está decidido en esta edición del Dakar. La ventaja con la que el madrileño partió al comienzo de la jornada pudo ser absoluta, ya que Loeb se quedó tirado en el enlace de camino a la salida de la especial del día y estuvo a punto de ser descalificado. La mecánica empieza a pasar factura después de diez etapas, y el ambiente en Prodrive tras la tormentosa espantada de Nasser Al-Attiyah, que abandonó bufando contra el equipo, no es el mejor caldo de cultivo para que el francés pase al ataque contra Sainz.

«Ha sido una pesadilla», resumía Loeb. «Esta mañana he tenido una avería en el enlace y después he pinchado dos veces la rueda izquierda. Hemos tenido que buscar un lugar donde colocarnos en alto para cambiar la rueda trasera. Hemos perdido 15 minutos con la tontería y son cosas que de por sí no deberían ocurrir. Veremos qué dicen los tiempos, pero ha sido una pesadilla. Nada de gato ni de jack, y ya van dos veces. Es frustrante perder el tiempo así. Somos incapaces de hacer 400 kilómetros sin pinchar dos veces. Va a ser difícil», se resignaba el francés.

Sin embargo y, pese a ese incidente inicial, Loeb completó la jornada, aunque muy lejos del ganador del día, Guerlain Chicherit con el Toyota de Overdrive. Los 17:37 minutos de desventaja con los que entró Loeb demuestran la dificultad intrínseca de una etapa llena de piedras afiladas como cuchillas que confeccionaron el 90% de la superficie de la jornada. No es casual que tanto él como Sainz, que entró a casi 25 minutos del vencedor, dieran gracias por seguir en carrera a su llegada al vivac de Al Ula, que será el centro de operaciones principal hasta el viernes.

Pese a que cedió tiempo, Sainz estaba razonablemente satisfecho. Quedan dos días y son 13 minutos los que tiene de colchón con Loeb, que compite solo después del adiós de Al-Attiyah. De hecho, la etapa de este miércoles fue fructífera para Sainz gracias a que Matthias Ekstrom le llevó una rueda de repuesto después de sus tres pinchazos.

Brabec, a contemporizar

Aunque la situación no está del todo clara aún en motos, Ricky Brabec se ha hartado de esperar. Consciente de que esta jornada beneficiaba a las características de su Honda, el estadounidense no especuló y pasó al ataque desde el primer minuto, lo que le permitió además sumar más tiempo en bonificaciones. Gracias a ellas pudo ganar, por solo dos segundos, a Adrien van Beveren, que quiere agotar sus opciones en este Dakar. De los candidatos más firmes, el único en ceder tiempo fue Ross Branch, que se dejó 3:45 con su gran enemigo en este raid.

El botsuano cometió varios errores en el peor momento posible. «No sé a qué jugaba Ross cuando ha reanudado la marcha un poco antes de su tiempo en la salida tras el repostaje», se sorprendía Brabec en la meta. «He cometido algunos errores estúpidos que me han hecho perder tiempo», admitía Branch, aunque lejos de ponerse el papel de perdedor, lanzó un aviso. «Ricky ha subido el nivel y va a ser difícil alcanzarle, pero aún queda una larga jornada mañana, así que ya veremos. Nada está decidido hasta la bandera a cuadros, así que voy a seguir luchando y quizá la suerte esté de mi lado. Así son las carreras. Puede pasar cualquier cosa», advirtió.

La etapa de este jueves va a ser absolutamente determinante. Aunque aún quedará el viernes, que no será un paseo triunfal para nadie vistas las diferencias, la 11ª etapa será de un enlace muy corto de 102 kilómetros y poco más de 400 de especial. Cualquier fallo ya será prácticamente imposible de solventar.

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