Un hombre saudí observa el coche Mini que pilota el español Carlos Sainz durante la cuarta etapa del rally Dakar. Efe
Dakar I Cuarta etapa

Sainz resiste y Alonso desfallece

Peterhansel se convierte en el cuarto ganador de este Dakar, por delante de Al-Attiyah y del piloto madrileño, mientras que el asturiano pierde media hora

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Madrid

Miércoles, 8 de enero 2020, 13:58

El Dakar se ha empeñado en que cada día haya un ganador distinto, y esta vez fue a toda una leyenda como Stepháne Peterhansel al que le tocó llevarse la gloria. 'Monsieur Dakar' se convirtió en la segunda persona, tras Giniel de Villiers, en ... ganar una etapa del raid en tres continentes diferentes. La larga etapa entre Neom y Al Ula se decidió por detalles, toda vez que el francés estuvo a punto de perderla cuando se extravió de camino a mitad de jornada y se desvió casi 1,5 kilómetros del lugar correcto. Las capacidades del buggy de Mini jugaron a su favor, en una de las etapas más complicadas de lo que va de raid y con muchas rocas.

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Prueba de ello es que Carlos Sainz también resistió. El madrileño perdió fuelle al principio de la etapa, perjudicado por abrir pista, pero conforme avanzaban los kilómetros y se iban adentrando por terrenos que antaño pertenecieron a la civilización nabatea, el madrileño y Lucas Cruz sacaron lo mejor de sí para amarrar una buena tercera posición de la etapa y un tiempo final cedido de 7:18 con Peterhansel y poco más de 5 minutos con Al-Attiyah.

Y es que el objetivo del bicampeón del mundo de rallies no era tanto ganar la etapa, sino resistir el ataque previsible del catarí de Toyota. El ganador de 2019 sabía que esta era una etapa en la que podía forzar para recuperar el margen perdido el martes, y así lo intentó. No fue suficiente y Sainz saldrá de Al Ula con 3:03 de ventaja sobre Al-Attiyah, un buen margen habida cuenta de lo complicados que fueron los últimos 100 kilómetros de la larga especial. «Creo que pocas veces había hecho antes una etapa tan difícil en el Dakar, por la navegación, todo sobre rocas y piedras, con rocas inmensas que hacían muy difícil encontrar el paso», admitía Sainz tras la etapa, en la que aprovechó para felicitar de nuevo a su copiloto por haber estado brillante en la navegación.

Más problemas tuvo Fernando Alonso. El asturiano, desde el principio de la etapa, no se sintió cómodo con el 'feeling' del coche en este terreno, algo a lo que no ayudó quedarse sin ruedas de repuesto para ese final de jornada tan complejo que avanzaba Sainz. Tras pinchar dos veces, Alonso y Coma se vieron forzados a reducir la marcha en los últimos 150 kilómetros, sobre rocas duras y afiladas, por miedo a pinchar de nuevo. Él mismo admitía que había sido su etapa más difícil en el mundo de los raids, pero no fue el único: su compañero De Villiers tuvo el mismo problema.

Los datos hablan por sí mismos: pasó de estar a dos minutos de la cabeza de carrera a casi ocho, para después ceder más de 15 y al final 26 minutos y 21 segundos con Peterhansel. Las características del Hilux no se adaptan a terrenos tan duros como el de este miércoles, y le tocó sufrir. Además, rodar durante un buen momento de la jornada tras el saudí Seaidan, que iba con menor ritmo, tampoco le ayudó a llegar a la zona de neutralización con garantías.

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Si a Alonso no le fue bien, a Nani Roma le fue aún peor. El vencedor en 2004 y 2014 tuvo una avería en su Borgward y no pudo siquiera acabar entre los 60 primeros. Será un mal día para él y para el nuevo proyecto, que no olvidarán.

Barreda, otra vez al suelo

Jose Ignacio Cornejo estrenó su palmarés dakariano en motos al ganar, no sin suspense, la cuarta etapa. El de Honda no fue el primero en entrar en meta, sino que lo fue Sam Sunderland, pero una sanción de cinco minutos por ir con exceso de velocidad en un punto del enlace hizo que el de KTM cediese su victoria al chileno, que lideró el doblete del Monster Energy Honda Team por delante de su compañero, el argentino Kevin Benavides.

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Para los españoles no fue un día de muchas alegrías. Por destacar una, la del salmantino Lorenzo Santolino, que tras la decepción del martes esta vez sí ató un buen 10º crono final. A Joan Barreda le tocó morder polvo, literalmente, otra vez. El valenciano se fue al suelo antes de la neutralización, haciéndose daño en las costillas que ya tenía tocadas. Se dejó 17 minutos al final del día y acabó en una pobre 24ª plaza final.

El liderato sigue en manos de Ricky Brabec, que tras empezar muy bien, fue sucumbiendo en la jornada hasta ceder 2:48 con Cornejo. Le persigue de cerca en la general Benavides, que tiene muchas esperanzas puestas en la etapa de este jueves, entre Al Ula y Ha'il, con terrenos más parecidos a los de su Argentina natal.

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«Hay partes en las que no sé muy bien a qué velocidad tengo que ir»

Para Fernando Alonso, la etapa entre Neom y Al Ula fue con diferencia la más complicada de las que lleva en este Dakar. El expiloto de Fórmula 1 sufrió lo indecible, en sus propias palabras, para acabar una etapa «interminable» en la que las características de su Toyota le perjudicaron. «Los buggys iban rectos sobre las rocas y nosotros no. Suponemos que en la segunda semana iremos mejor», admitía. Los problemas, en concreto, fueron con las ruedas. Dos pinchazos le dejaron sin margen de fallo para la recta final de la jornada, y tuvo que aflojar. «A 150 kilómetros de meta hemos pinchado las últimas ruedas que teníamos, así que íbamos sin repuesto y fuimos despacio por precaución», confesaba, resignado, toda vez que hacía una comparativa con otro deporte que le encanta para referirse a los ríos secos que se encontró en el segundo tramo. «No sé bien a qué velocidad debo ir y hoy la mitad de la etapa era en ese terreno. Es como si en el ciclismo eres un buen contrarrelojista y hoy era montaña. Sabía que me tocaba perder un poco», señaló.

Pese a todo se siente satisfecho con cómo van las cosas en sus primeros pasos como piloto fuera de circuitos. «Lo estoy viviendo con intensidad. Como debutante todo para mí es nuevo. Así que a absorber todo lo que va llegando con entusiasmo. Cualquier cosa y cualquier detalle lo vivo con plenitud y de momento ha sido muy completo. He tenido etapas buenas, malas, de pinchazos, de hacer de mecánico… Así que estos cuatro días han sido intensos en cuanto a experiencias y estoy agradecido», dijo.

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