Viñales brilla, Márquez respira

La pretemporada 2020 de MotoGP ha finalizado en Catar, en el mismo escenario que acogerá la prueba inaugural de la nueva campaña. El Circuito de Losail será el escenario a partir del viernes de la próxima semana del arranque de un campeonato que, si nos guiamos por las pistas dejadas en invierno, debería ser mucho más igualado que el de 2019, que, aunque ofreció carreras muy reñidas, terminó siendo un paseo militar del 'tirano' Marc Márquez, campeón con cuatro pruebas por disputar.

Si a la competencia de Márquez y Honda se le pedía un paso hacia adelante, los entrenamientos de Malasia y Catar han mostrado que, a priori, han hecho ese trabajo. Sobre todo dos marcas, Yamaha y Suzuki, poderosas las dos con casi todos sus pilotos.

«Estamos en progresión», apuntaba un satisfecho Maverick Viñales, dominador en la tabla de tiempos final de los tres días de pruebas y, como en Malasia, dominador en el ritmo de carrera, lo realmente importante pensando en el domingo de competición. «Probé la vuelta rápida y me fue bien. El objetivo del test se cumplió. La moto ha ido mejor aquí que en Sepang, y en el cuerpo a cuerpo creo estar más rápido. Sólo nos falta ver cómo nos va en la salida», señalaba acerca del que fue uno de sus puntos débiles en el último curso.

Los pilotos de Yamaha habían pedido, entre otras cosas, más velocidad punta con la que hacer frente a los potentes motores de Honda y, sobre todo, Ducati, y parece que ese extra lo han encontrado. Y no sólo brilló Viñales.

Como ya sucediese en Malasia, Fabio Quartararo, el mejor novato de 2019, y futuro compañero del piloto español (a partir de 2021), secundó al sobre el papel hombre fuerte de la marca nipona, poniendo sobre la mesa su candidatura a pelear cada fin de semana por todo. También mostró una muy buena cara Franco Morbidelli (con la moto del año pasado), y dejó alguna duda más Valentino Rossi, no muy convencido ni con su ritmo ni con el rendimiento de sus neumáticos de cara a un hipotético final de carrera.

«En las tandas largas he tenido problemas con el neumático trasero, sobre todo a partir de la décima vuelta, algo similar a lo que ocurría el año pasado. En Malasia nos fue bien, pero aquí el problema ha vuelto», confesaba, a la vez que daba su veredicto sobre lo visto en estos tres días, y en los tres de Sepang.

«Mi ritmo no es para ganar. Rins, Viñales y Quartararo son muy rápidos, y Márquez, al final, también ha ido rápido». Y es que tanto Alex Rins, como su compañero en Suzuki, Joan Mir, han dejado muy buenas sensaciones en las pruebas invernales, tanto en una vuelta lanzada como en distancia de carrera, señal de que en la fábrica de Hamamatsu (Japón) continúan haciendo un buen trabajo con su filosofía de cambios tranquilos.

Certezas en Yamaha, certezas en Suzuki, y aparentemente más dudas en las dos marcas, o en los dos pilotos, que han terminado al frente de la general en los últimos años. Andrea Dovizioso y Ducati han ido asomando poco a poco; si el año pasado el italiano había sido decimoquinto en este mismo test, y terminó ganando la carrera, esta vez ha seguido una estrategia similar: centrarlo todo en ir entendiendo su situación técnica para encontrar el mejor camino posible.

El lunes a última hora, Dovizioso salió a pista junto a su compañero de equipo, Danilo Petrucci, para entender el comportamiento de la moto, con una referencia por delante, en una situación más parecida a un domingo normal. «En las carreras casi nunca se rueda solo», analizaba el italiano. «Y nos hemos dado cuenta de cosas interesantes».

¿Y el gran favorito al título? Tras dos días más que grises, que generaron mucha preocupación en el box del campeón del mundo, Marc Márquez pudo por fin respirar el último día. Honda decidió 'quitarle' una de sus dos motos al japonés Takaaki Nakagami, que usa material 2019, y usar determinadas partes de este prototipo combinados con lo que fabricado para 2020.

Algo que les hizo ver la luz. «Hoy estoy muy feliz», soltaba después de haber confesado el domingo su inquietud. «Estábamos muy preocupados pero hoy entendimos muchas cosas. La moto ahora es mucho menos exigente a nivel físico. Creo que encontramos la dirección. Ayer estábamos completamente perdidos; el lunes, a última hora, encontramos el problema y el camino».

La mejor señal para el de Cervera de que la mini crisis vivida estos días tiene solución, lo que en su caso suele querer decir que, pese a todo (lesión de hombro incluida) el campeón tiene intención de volver por sus fueros. Serán los demás los que tendrán que buscar de nuevo la manera de frenarle.