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Jack Miller, Miguel Oliveira y Pol Espargaró en Spielberg. EFE
KTM pone patas arriba MotoGP
Mundial 2020

KTM pone patas arriba MotoGP

Dos victorias, un tercer puesto y una 'pole' es el saldo que ha sacado la escudería austríaca en su cuarto año en la categoría reina

BORJA GONZález

Madrid

Lunes, 24 de agosto 2020, 20:11

A finales de octubre de 2015 KTM ponía por primera vez en pista su RC16, una MotoGP diseñada a partir de una hoja en blanco que mantenía una seña de identidad que la compañía austríaca considera inamovible, un chasis construido a base de tubos en ... acero. Un concepto con el que Ducati había iniciado su aventura en la clase reina en 2003, pero que decidió abandonar cuando atravesaba su peor bache en el corto período en el que Valentino Rossi compitió para ellos por el extendido concepto de doble viga en aluminio que empleaban el resto de fábricas. Un factor que los expertos consideraron como el gran punto débil del proyecto, y que llegó a considerarse como un limitante de su posible éxito.

A ese debut del proyecto MotoGP siguieron varias pruebas más a finales de aquel 2015 y durante 2016, con pilotos como Alex Hofmann o Mika Kallio, los dos ex de la clase reina. En ese año KTM confirmó que iba a debutar en la competición en la última carrera, en Valencia, con Kallio, y que iba a tomar partido del Mundial a partir de 2017. A ese barco, con un horizonte plagado de brumas, se subieron Bradley Smith primero y Pol Espargaró después, los dos compitiendo en ese curso para Yamaha en la escudería satélite Tech3.

En la parrilla de la carrera inaugural de ese temporada 2017, en Catar, Espargaró ocupó el penúltimo lugar, con un tiempo dos segundos y ocho décimas más lento que el mejor, Maverick Viñales; Smith era el último, a medio segundo de su compañero. Este pasado domingo, en el Gran Premio de Estiria, Espargaró logró la pole, y finalizó tercero en la carrera después de dominar toda la segunda parte de una prueba interrumpida por el accidente de Viñales; perdió el triunfo al tocarse en la última curva con Jack Miller, un incidente que aprovechó Miguel Oliveira, también con KTM, para llevarse la victoria. La segunda para la casa naranja después de la lograda dos semanas antes en Brno por Brad Binder.

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Además, en Estiria las cuatro KTM finalizaron entre los diez primeros (Binder fue octavo e Iker Lecuona décimo). Un ejemplo del tremendo éxito logrado por el fabricante austriaco en tan poco tiempo, en una categoría que presume de haber alcanzado la excelencia tecnológica con competidores tan experimentados como Honda, Yamaha, Suzuki o Ducati.

«La moto funciona bien, pero no solo en Austria, en Brno iba incluso mejor, ahí teníamos una moto bastante superior, y luego funcionaba bien en Jerez, no como en Brno y en Austria, pero siempre estábamos entre los primeros», explicaba el fin de semana Espargaró, el piloto que ha permanecido desde el inicio en el proyecto de KTM y que más ha trabajado codo con codo con los ingenieros de la fábrica, teniendo que asumir durante estas pasadas temporadas el doble rol de pruebas y competición durante los grandes premios. «Es importante que una moto sea rápida, pero es más que lo sea en muchas condiciones y para todos los pilotos de la marca. Y es lo que KTM ha estado intentando, para eso hemos trabajado estos años. Es una moto que, evidentemente, no es fácil de llevar, pero los pilotos que están aquí son talentosos, jóvenes, como Iker, Miguel y Brad, y las cosas están saliendo muy bien», reconocía Espargaró.

Una juventud, las de estos tres, que se suma al bagaje de estos años de Espargaró, que ha sufrido en sus carnes el impacto físico de tener que pelear con una moto muy salvaje en sus orígenes (como saldo dos fracturas de clavículas, una de escafoides, una intervención en la espalda y un terrible accidente en 2018 en Brno que casi le deja en una silla de ruedas), y a la experiencia de Dani Pedrosa, un piloto que, sobre todo, ha ofrecido a KTM un orden de trabajo y una definición más clara de cuál debe ser el camino a seguir a partir de ahora. «Sabíamos que teníamos una moto mejor para este año, así que esto no ha sucedido por casualidad, es fruto de todo lo que hemos aprendido en estos años», apuntaba Pit Beirer, máximo responsable deportivo de la marca. «Con Dani, Kallio y el equipo de pruebas llevamos más de un año trabajando para tener esta moto. Y Pol y todo su equipo han puesto cada pieza del rompecabezas en su sitio para llevar este proyecto a la cima», destaca. Las nueve carreras que aún quedan por disputar este año en MotoGP terminarán de dar la justa medida de un proyecto que ya se puede decir que ha triunfado. Falta por entender dónde está su límite.

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